Se prevé que haya rechazo por parte de regidores, regidoras y la ciudadanía en general, dijo Gina Villagómez
Mérida, Yucatán, 23 de julio del 2018.– La investigadora Gina Villagómez Valdés declaró que se esperan incidentes de violencia política contra las alcaldesas electas en el estado, ya que durante todo el proceso electoral “hubo resistencia” ante las candidaturas de mujeres y se prevé que haya rechazo por parte de regidores, regidoras y la ciudadanía en general para que las nuevas presidentas municipales desempeñen adecuadamente sus funciones.
La académica recordó que con los lineamientos de paridad se pronosticaba un avance “sustantivo” del 50% para las mujeres en el Congreso de la Unión y el Senado. Sin embargo comentó que los partidos políticos “marginaron” a las mujeres a posiciones poco favorables además de que algunas candidatas fueron nombradas por estar vinculadas con hombres en posiciones de poder “para poder manejarlas”. En el caso de las alcaldías, no habían aspirantes femeninas en ninguno de los 25 municipios más importantes.
También reiteró que durante las campañas se dieron algunos acontecimientos violentos contra mujeres candidatas, sobre todo por medio de las redes sociales. Remembró que cuatro de las cinco aspirantes a alcaldesas de Xocchel – donde hubo quema de boletas y probablemente se repitan los comicios -, fueron víctimas de agresiones verbales durante la campaña. “Fueron violencias desagradables en redes, públicas en toda la comunidad. Se esperaba violencia durante la jornada electoral y así fue”, sostuvo. Añadió que situaciones como esta reflejaban una alta violencia comunitaria y el rechazo a votar por mujeres en los municipios.
Recalcó que tanto los acuerdos cupulares en los partidos “para no ceder espacios a las mujeres” y las costumbres culturales patriarcales resultaron en resistencia a sufragar por féminas. La evidencia de ello, según explicó, es que aunque los partidos registraron a mujeres en el 50% de los cargos, solo hubo un avance del 28% de féminas en las alcaldías. Yucatán se encuentra dentro de la media de presidentas municipales electas a nivel nacional.
“Yucatán tenía solamente 8 alcaldesas, el 7.5%. Actualmente tiene el 27%, esto es 4 veces más, sin embargo no es el adelanto que se esperaba a raíz de los lineamientos de paridad. Esto demuestra que todavía hay una gran resistencia, una cultura patriarcal en contra de las mujeres y su participación en la política”, puntualizó.
Villagómez Valdés manifestó que se espera que cuando las mujeres asuman el poder se registren más episodios de violencia política contra ellas, ya que durante todo el proceso electoral hubo rechazo a las aspiraciones electorales del sector femenino de la población, además de que muchas “fueron puestas como candidatas con el fin de manipularlas, son parientes cercanas o ex colaboradoras de los hombres del poder que esperan manejarlas de acuerdo a sus intereses”.
También podrían darse casos en los que regidores, regidoras o ciudadanía en general “intentarán demostrar un aparente vacío de poder”, lo cual será una forma “invisible” de ejercer la violencia política contra las alcaldesas electas. “Los hombres o regidores presionarán a las alcaldesas para que tomen decisiones, cuando los que se pondrán de acuerdo serán los varones”, dijo.
Asimismo mencionó que otra forma de violentar políticamente a las mujeres ocurrirá durante la asignación de recursos, ya que puede que no se les asignen los que les correspondan o que se les presione para que la distribución de éstos sea de acuerdo a las redes de poder de los municipios.
Por ello, la investigadora señaló que los órganos electorales tienen que evaluar los resultados de los comicios para ajustar el Protocolo para la Atención de la Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género del estado, además de que se debe sancionar la violencia política de género. “Hasta ahora se han quedado callados, la paridad sustantiva nunca llegó, fue numérica, una simulación. Es una materia pendiente”, sentenció.
Concluyó exhortando a las autoridades estatales a que realicen acciones afirmativas para que las candidatas electas no sean víctimas de ese flagelo cuando asuman los cargos que les corresponden. “No porque sean débiles, sino porque no tienen la misma experiencia o redes de apoyo que los hombres. Habrá mucho rechazo y la sociedad civil debe estar atenta a este procesos”, finalizó. (Lilia Balam)