Mal, pero muy mal se vieron Iraís Barón Zermeño, directora del Servicio Estatal del Empleo del gobierno del Estado y el Senador panista Raúl Paz Alonso, presumiendo sus diversiones en la playa y en fiestas, ambos sin tapabocas y cuidando la llamada «sana distancia».
En el caso de la funcionaria, incluso se ganó el reproche público en la misma red social de Facebook del jefe del despacho del gobernador Mauricio Vila Dosal, Edgar Ramírez Pech, quien públicamente defendió la labor del gobierno de Yucatán y que no coincide con este tipo de actitudes de la funcionaria estatal.
En cuanto al senador panista no es la primera vez que trasciende que gusta de las fiestas en donde hay artistas y chicas guapas y abundan las buenas viandas y las espumosas bebidas. El senador sorprendió porque todavía en el mes de febrero pasado convocó a una rueda de prensa para decir que aspiraría a la alcaldía de Mérida en el año 2021.
Luego vino la pandemia y también se hizo famoso por el reparto de gel antibacterial con su nombre grabado en letras azules. «No me ayudes compadre», diría el PAN ante la falta de sensibilidad de ambos personajes del servicio público y la política, y lo que es peor, en pleno contagio del coronavirus, el desempleo y la lucha diaria de su mismo gobernador Vila Dosal, por buscar recursos, reactivar la economía y garantizar la hospitalización a los enfermos de Covid-19.
O sea que hay de personas a personas. En fin, a ver qué dice el PAN como institución.
Desde el Balcón