Sin embargo, la vegetación dañada era de rápida recuperación
Mérida, Yucatán, 28 de febrero de 2018.- El jefe del departamento de Protección contra Incendios Forestales de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Manuel Mora Ugalde detalló que el año pasado aumentó la cifra de hectáreas afectadas por incendios, ya que en el 2016 fueron 7 mil, mientras que en el 2017 fueron 11 mil.
Eso sí, dijo que la “buena noticia” era que la mayor parte de la vegetación afectada era pastizal, es decir, se recupera con las lluvias de verano.
“Redujeron los incendios en arbolado adulto, que es la vegetación que tarda en crecer de 10 a 20 años”, explicó y agregó que dichos siniestros se dieron en Yaxcabá y Tizimín.
Negó que hubieran afectaciones a Áreas Naturales Protegidas, ni a especies como el mangle o los petenes.
Comunicó que por ahora no se han registrado incendios forestales en la entidad, lo cual es un “buen indicio” dado que el año pasado en el mismo lapso se habían atendido 15 siniestros.
Añadió que el año pasado se reportaron 103 incendios, cifra menor a la del 2016, en la que fueron 153 los siniestros. También mencionó que la zona centro del estado fue la más dañada: Mérida, Umán, Hunucmá, Kanasín, Acanceh, Tixkokob, Motul, Tekax y cerca de Tizimín.
A su vez, Mora Ugalde expresó que “la mayor causal es la mano del hombre, es la situación antropogénica”, por lo que es necesario “concientizar a la ciudadanía, no solo a los trabajadores del campo que usan el fuego como herramienta, para disminuir el riesgo de que se susciten incendios”.
Insistió en que las mejores acciones de prevención son que la población en general no deposite basura ni colillas de cigarro en las carreteras y que los productores respeten el calendario de quemas agrícolas, mismo que inició el pasado 15 de febrero, tendrá una suspensión en abril por las condiciones atmosféricas adversas y concluirá el 31 de mayo. (Lilia Balam)