En los terrenos se pretenden construir proyectos de energía limpia, pero sin consentimiento de los habitantes de la zona.
Mérida, Yuc; a 11 de marzo de 2019.- La Asamblea de Defensores del Territorio Maya ‘Múuch Xíinbal’, integrada por 25 comunidades, denunció la existencia de “empresas coyote” que rentan tierras a muy bajo costo (70 pesos por hectárea por día) a ejidatarios de las comunidades de San José en Muna, Ixil, Sinanché y Valladolid; en un principio para sembrar, pero luego de amañar las asambleas, las subrentan a las empresas que están realizando los proyectos de energías limpias en Yucatán.
José Aurelio Mugarte señaló que en terrenos ejidales de San José Muna se está realizando el mayor parque solar en el estado, donde ya se ha comenzado a deforestar 362 hectáreas que les corresponden al ejido y otras 500 hectáreas a un particular, y en donde se proyecta un millón 270 mil páneles solares.
“Según la empresa dice que no habrá ningún impacto ecológico, pero eso no puede ser cuando se van a deforestar más de 800 hectáreas, para un millón 270 mil páneles solares, es imposible, no han entregado los estudios de impacto social ni ambiental, están haciendo trampa en los contratos, es un plan para despojarnos de las tierras”, dijo.
Informó que han interpuesto una demanda ante el Tribunal Agrario, por las irregularidades en los contratos sobre las tierras, “no hay un beneficio para los ejidatarios, solo para las empresas», sentenció.
Comentó que han hablado directamente con las empresas, para negociar y obtener un beneficio mutuo, “pero al solicitar la documentación del proyecto descubrieron que había un solo pago por 40 años, y el único beneficiario era el intermediario Ignacio Salomón, y que además pretende quedarse con las tierras, motivo por el cual ya no queremos nada, ya no vamos a permitir que se establezcan”.
El mismo caso ocurre en la comunidad de Ixil, donde se han vendido terrenos de uso común, ¿por qué la Procuraduría Agraria lo ha permitido? cuestionó Trinidad Cisneros, “por qué si en lugar de informar que esas tierras no se pueden vender han apoyado a los empresarios que llegaron con engaños a comprar las tierras”.
De igual forma, el comisario ejidal de Sinanché, Severiano Gutiérrez Celis, mencionó que tiene dos años con el mismo conflicto con estas empresas. “El problema comienza en el 2014, donde el anterior comisario avaló los contratos engañosos para los campesinos, donde incluso tenía un poder para impedir que el INAH hiciera los respectivos estudios”, dijo.
Indicó que los documentos que les hicieron firmar a los ejidatarios ni siquiera son para renta, sino como usufructuario.
Los terrenos para el proyecto son de mil 89 hectáreas y otro de 857 hectáreas; las empresarias que trabajan en el proyecto son Fuerza y Energía Limpia Yucatán y Fuerza y Energía Limpia de Kukulcán.
Gregorio Hau de Valladolid expresó que no van a permitir que las empresas violenten sus derechos, “no quiero una empresa que despeje al pueblo de sus tierras, no podemos trabajar con empresas que solo velen por sus intereses”.
Pedro Uc Be, integrante de la Asamblea informó que este mismo día hay una reunión en la Ciudad de México, con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano para tratar el problema.
“Exigimos que dejen de arrebatarnos nuestras tierras, porque es lo único que tenemos, no hay otra cosa, si nos quitan la tierra, nos quitan la lengua, nuestras creencias, la lengua, nos despojan culturalmente, es nuestra muerte cultural, además del impacto ambiental, que nos e ha hecho correctamente, porque la empresa contrata a sus especialistas que realizan los proyectos a modo”, dijo.
Al momento solo dos son las empresas que están funcionando, el de Dzilam y Dzonot Carretero, que son eólicas, y están a punto de inaugurar una parque fotovoltaico en Justicia Social en Peto, el resto de los proyectos están detenidos por la presión que estás comunidades están ejerciendo.
Las empresas en Yucatán son Power, Vega Solar 1 y 2, en San José Umán, y en Ixil la empresa Elawan Win México 1. En Ixil se planean construir 20 torres eólicas más 70 torres de transmisión. (Verónica Camacho).