La presidenta Michelle Bachelet declara zona de catástrofe a dos regiones del norte del país, luego del terremoto de 8.2 grados que dejó al menos 6 muertos.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, declaró zona de catástrofe a las regiones de Tarapacá y de Arica, y Parinacota, ambas en el extremo norte del país, luego del terremoto de 8.2 grados Richter registrado la noche del martes.
Tras un breve mensaje a la nación los primeros minutos de este miércoles, la mandataria firmó los decretos de emergencia que permitirán a las diferentes dependencias de su gobierno brindar el auxilio correspondiente a la población afectada por el sismo.
Bachelet anunció que viajará al norte de Chile junto con algunos ministros para conocer en detalle el estado en que quedó esa zona, donde hasta ahora se ha confirmado la muerte de cinco personas y algunos daños en la infraestructura.
Por su parte, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) de Estados Unidos canceló la noche del martes la alerta de tsunami emitida para Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y México.
En un nuevo boletín, el organismo que monitorea los maremotos en el Pacífico confirmó que se generaron variaciones en el nivel del mar luego del terremoto, pero sin la intensidad suficiente para ser destructivas.
«Cuando no se observan grandes olas dos horas después de la hora estimada para su llegada a las costas, las autoridades locales pueden asumir que la amenaza ha pasado», explicó el PTWC.
Sin embargo, aclaró que continúa el peligro para barcos y estructuras costeras por varias horas debido a las variaciones de las corrientes marítimas, y puntualizó que la vigilancia se mantiene para las costas estadounidenses y para las islas de Hawaii.
Finalmente, el ministro del Interior de Chile, Rodrigo Peñailillo, confirmó que al menos cinco personas murieron a causa del terremoto.
El funcionario anunció «la lamentable información sobre la muerte de seis ciudadanos, cuatro hombres y dos mujer, en Iquique y Alto Hospicio, tanto por infartos como por aplastamientos» . (El Universal)