Con un final muy sufrido, La Máquina se corona gracias al criterio del gol de visitante tras empatar 1-1 con Toluca en el Nemesio Díez.
TOLUCA, 24 de abril de 2014.– Cruz Azul acabó con la serie de derrotas en finales y en un partido muy dramático se coronó campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf 2013-2014, tras empatar 1-1 con Toluca, gracias al criterio de gol de visitante, luego del 0-0 de la ida.
Con una salvada milagrosa del portero José de Jesús Corona, luego de una desviada del colombiano Luis Amaranto Perea y posterior falla a bocajarro del paraguayo Pablo César Velázquez vino el silbatazo final y el festejo celeste en el estadio Nemesio Díez Riega de la capital mexiquense.
Por Diablos Rojos marcó el paraguayo Edgar Benítez en el minuto 64, mientras el argentino Hugo Mariano Pavone anotó, a los 40, el gol que significó el título para la Máquina.
Así, el cuadro “cementero” dejó atrás las dos derrotas previas en finales en la Concachampions, ante Atlante y Pachuca, y representará a la Concacaf en el Mundial de Clubes de diciembre próximo, a disputarse en Marruecos.
Toluca se lanzó al frente desde los minutos iniciales para buscar el gol que abriera el partido, en tanto Cruz Azul resistió los embates que emocionaron a los aficionados locales, que hicieron el lleno.
Un disparo tempranero del brasileño Wilson Tiago obligó al lance abajo a la izquierda del guardameta José de Jesús Corona; los escarlatas intentaron varias veces esta opción para aprovechar lo rápido de la cancha, propiciado por la lluvia previa al inicio del cotejo.
La “Máquina” guardó el esférico para calmar los ímpetus escarlatas, además de buscar avances por las bandas y algunas paredes por el centro. El ecuatoriano Joao Rojas, tras una diagonal hacia el centro, sacó un zurdazo raso a contrapié, que el arquero Alfredo Talavera atajó a los 17.
El choque se tornó muy cerrado y flojo porque ambos conjuntos fallaban en elaborar ataques a causa de las rápidas pérdidas del balón por ambos bandos, que tuvieron en tiros de larga distancia finales precipitados. Miguel Ponce sacó un zurdazo cruzado que salió a un metro, mientras Talavera atajó un intento de Marco Fabián.
Un yerro en la salida escarlata por la derecha permitió a Marco Fabián escapar a fondo y mandar el esférico a un solitario Hugo Mariano Pavone, quien a segundo poste empalmó con pie derecho en el aire para dejar sin chance a Talavera, para el 1-0 visitante a los 40 minutos.
El técnico paraguayo José Saturnino Cardozo debió arriesgar para el complemento, donde sacó a su compatriota Juan Manuel Salgueiro y mandó al terreno al canterano Raúl Nava, líder de goleo del certamen con siete dianas, para generar llegadas de más peligro.
Al 53, Cardozo decidió enviar al campo al también “guaraní” Edgar “Pájaro” Benítez, lo cual representó más tarea para la zaga celeste.
Luego de un cabezazo del espigado Pablo César Velázquez, que se fue arriba a la derecha, la afición empujó y los anfitriones también. De gritos de “¡Sí se puede, sí se puede!” se pasó al de “¡Diablos, Diablos!” cuando Benítez recibió sin marca en el área y venció a José de Jesús Corona arriba por primer palo, al 64.
El estratega “cementero” Luis Fernando Tena se vio forzado a ajustar, sacó a Mauro Formica, quien tuvo flojo juego, y al ecuatoriano Rojas, para mandar a Christian “Chaco” Giménez y al colombiano Luis Amaranto Perea. Esto para ajustar atrás y combatir a las “torres” escarlatas Velázquez y Nava.
Cambió, además, a Rogelio Chávez a la banda derecha, puso a Julio César Domínguez por izquierda y adelantó a Gerardo Flores como volante, para dejar a “Chaco” y Fabián en busca de generar peligro.
Toluca empujó y Cruz Azul siguió echado atrás en busca de algún contragolpe para hacer daño, con zagueros y volantes en labores defensivas, a la vez que el tiempo corría. Hubo polémica con una jugada de Benítez a los 84, cuando Perea llegó a cerrarle el camino y el silbante ordenó que siguiera la jugada.
En un tiro libre a los 89, Giménez exigió a una desviada de Talavera, quien al 92 volvió a salvar a balazo de Pavone.
Corrían los segundos finales cuando Miguel Ponce sacó un zurdazo que desvió con la testa el colombiano Perea, mismo que obligó a una salvada milagrosa de Corona.
El rechace celeste cayó a los botines del paraguayo Velázquez, quien bombeó y mandó el balón por encima, para que instantes después se decretara la conclusión y la coronación de la “Máquina”. (Excélsior)