Corea del Norte realiza el ensayo nuclear más potente de su historia

Esta quinta prueba del régimen de Kim Jong-un ha causado un seísmo de 5,3 grados

Pekín, 9 de septiembre de 2016.- Corea del Norte ha vuelto a desafiar a la comunidad internacional con una quinta prueba nuclear, la segunda de este año. La explosión, que provocó un terremoto de magnitud 5,3, fue «un éxito», según informó la televisión estatal norcoreana. El ensayo es el más potente realizado hasta la fecha por el país asiático, estima Corea del Sur, que ya ha pedido nuevas medidas de presión contra el régimen de Kim Jong-un. China y Estados Unidos han condenado rotundamente la prueba nuclear.

El ensayo se realizó en torno a las 9.30 hora surcoreana del viernes (0.30 hora GMT) cerca de la base de Punggye-ri, situada en el noreste del país, el mismo enclave en el que se llevaron a cabo los otros cuatro. Los servicios sismológicos de los países vecinos detectaron un temblor «artificial» muy cerca de la superficie que atribuyeron rápidamente a una nueva prueba atómica debido a sus similitudes con episodios anteriores. Horas después, los medios norcoreanos confirmaron la noticia.

«Nuestros científicos nucleares llevaron a cabo una prueba de explosión nuclear en una ojiva de nuevo desarrollo en las instalaciones del norte del país», aseguró la locutora de la televisión estatal. El ensayo, según el relato, no provocó ninguna fuga de material radioactivo ni tuvo impacto ambiental alguno. El Ministerio de Medio Ambiente chino está midiendo los niveles de radiación a lo largo de su frontera con Corea del Norte, informó la televisión estatal CCTV.

El Ministerio de Defensa surcoreano estimó que la explosión tuvo una potencia de diez kilotones. De ser así, este ensayo atómico podría convertirse en el mayor realizado hasta la fecha por Pyongyang. En comparación, la energía liberada por las bombas de Hiroshima y Nagasaki fue de 15 y 20 kilotones, respectivamente.

Corea del Norte había llevado a cabo cuatro pruebas nucleares hasta hoy: en 2006, 2009, 2013 y en enero de 2016. En esta última, el régimen liderado por Kim Jong-un aseguró haber detonado con éxito una bomba hidrógeno, algo que los científicos de la comunidad internacional pusieron en duda. El comunicado en la televisión norcoreana aseguró este viernes que el país ya es capaz de montar cabezas nucleares en misiles balísticos, pero no es la primera vez que los medios estatales presumen de haber alcanzado este logro.

Todas las pruebas nucleares norcoreanas han recibido la condena de la comunidad internacional, y tras el último ensayo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó de forma unánime nuevas y duras sanciones económicas contra el país. Pero, lejos de amedrentarse, el régimen ha seguido desarrollando su programa nuclear y de misiles con nuevas pruebas, entre ellaslanzamientos de cohetes desde submarinos. Pyongyang, que ya había amenazado con otro ensayo nuclear, dice que ya cuenta con la potencia suficiente para llevar a cabo «ataques preventivos».

Hace tres días, la agencia oficial norcoreana KCNA informó de que el joven Kim «hizo hincapié en la necesidad de seguir cosechando logros milagrosos, uno tras otro, en el fortalecimiento de la capacidad nuclear durante este año histórico». Estas proclamas son habituales en los medios estatales del país y difícilmente se pueden vincular a pruebas nucleares o de misiles de forma inmediata. La detonación de este viernes coincide con el 68º aniversario de la fundación del país por parte de Kim Il-sung, abuelo del actual líder norcoreano.

El Gobierno de Corea del Sur ha convocado una reunión de emergencia de su Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la situación que será presidido por el primer ministro del país, Hwang Kyo-ahn. La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, de visita oficial a Laos con motivo de su participación en la cumbre de Asia Oriental, calificó la prueba de «una grave provocación que acelerará aún más el camino del régimen de Kim Jong-un hacia la autodestrucción».

El ensayo llega un momento de tensión en la península coreana. Hace pocas semanas que Estados Unidos y Corea del Sur acordaron desplegar el avanzado sistema antimisiles THAAD para hacer frente a los desafíos de Corea del Norte, algo que despertó recelos en China y que Pyongyang se tomó como una amenaza a su existencia. También después de una intensa actividad diplomática en la región tras la cual Tokio, Washington, Seúl y hasta Pekín han acordado cooperar para hacer frente a los exabruptos del régimen norcoreano.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, afirmó que esta acción unilateral «no se puede tolerar». Obama, desde el avión presidencial, advirtió a Corea del Norte de «serias consecuencias» y se comprometió con su homóloga surcoreana «utilizar todos los medios posibles» para que el país abandone su programa nuclear, incluida la posibilidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte nuevas resoluciones, informa Reuters. China, aliado tradicional de Pyongyang, también mostró su «firme oposición» a la prueba y pidió a Corea del Norte que se abstenga de tomar acciones que empeoren la delicada situación en la península. (El País)