Hoy más que nunca existen más posibilidades para que los niños logren salvarse, y la AMANC les brinda ese apoyo
Mérida, Yucatán, 15 de febrero de 2017.- Los tratamientos para combatir el cáncer infantil son muy caros, pues además de que los procesos de quimioterapias son largos y desgastantes, los padres de familia tienen que gastar en medicamentos alternos y pasajes para llevar a sus hijos al hospital prácticamente cada semana, señaló la directora de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC Peninsular) Cecilia González Loza.
Por tal razón, esta asociación tiene un albergue en el Centro Histórico de Mérida en donde actualmente le brindan hospedaje, alimentación, transporte y hasta medicamentos a aproximadamente 140 niños que luchan contra esa enfermedad.
El 70 por ciento de estos menores son originarios de municipios del interior del estado, y sus familias son de escasos recursos, de ahí la importancia del apoyo de AMANC para que no abandonen sus tratamientos.
“Cuando le diagnostican cáncer a un niño en el hospital, la madre tiene 30 pesos en el sabucán y a su hijo en la otra mano, muchas veces no saben qué hacer porque no tienen dinero”, señaló González Loza.
Por tal razón, explicó, en el albergue tienen disponibles 10 cuartos para recibirlos cuando llegan a Mérida, y así tengan donde pasar la noche cuando les toca quimioterapias. Pero también los apoyan con las agujas, leche, comida y hasta con PediaSure, bebida o batido balanceada que fortalece a los menores, quienes suelen perder peso por los tratamientos.
“De antemano, para la leucemia, que es la enfermedad más común en los niños menores de 10 años, el tratamiento dura dos años y medio para empezar, y pues las familias necesitan ese respaldo económico para seguir luchando”, dijo la directora de AMANC, al precisar que más del 50 por ciento de los menores que apoyan padecen este tipo de cáncer.
“Un diagnostico de cáncer es un fuerte golpe a la familia, es un choque emocional y cuando son de escasos recursos, sufren más, se parten. Cuando son de pueblitos tienen que abandonar al resto de la familia para venir a Mérida a tratar a sus hijos, vienen con todo para apostarle a la vida de sus hijos”, recalcó.
Sin embargo, señaló que tienen entendido que en Yucatán, al año sólo uno o dos familias abandonan el tratamiento de sus hijos por condiciones económicas, por lo que la AMANC pone su granito de arena con sus servicios gratuitos para evitar que más niños renuncien en su batalla contra esa enfermedad.
“Lo que buscamos es que los papás no se sientan solos, que cuando vengan a Mérida no tengan que tirar un cartón en el suelo afuera del hospital para pasar la noche. Que sepan que en el albergue tendrán dónde comer, que habrá una lata de PediaSure para sus hijos”, declaró Cecilia.
Eso sí, destacó que un porcentaje importante de los niños consiguen salvar su vida y vencer al cáncer, y eso se logra principalmente por la detección temprana de la enfermedad. “Hoy más que nunca tienen muchas posibilidades de salvarse, son tratamiento largos y muy desgastante, por eso tenemos que apoyarlos”, agregó.
Al mes, AMANC eroga cerca de 80 mil pesos en su manutención y así ofrecer los servicios para esos niños, quienes también llegan de Quintana Roo y Campeche, ante la falta de hospitales oncológicos públicos en esos estados. Los gastos son elevados, pues en ocasiones tienen que pagarle pasajes de avión y hospedaje a las familias cuando tienen que operar a los menores en la capital del país.
Para conseguir recursos, la asociación realiza eventos, recolectas, participan en redondeos en establecimientos comerciales, kermeses, y también reciben donativos económicos y en especie.
Para mayor información o para apoyarlos, la AMANC se ubica en la calle 68 por 65 y 67 del Centro, en el mismo inmueble de la Cruz Roja. Está abierto las 24 horas los 365 días del año y su teléfono es 923 26 88. (Herbeth Escalante; foto de Cuauhtémoc Moreno)