El presidente de Estados Unidos dijo que no hay razón alguna para modificar la ley, a pesar de la matanza en una iglesia de Texas
Seúl, 8 de noviembre de 2017.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer en Corea del Sur que no hay razón alguna para modificar la ley que regula la portación de armas en su país, a pesar de la matanza en una iglesia de Texas que este fin de semana dejó 26 muertos.
El mandatario justificó su rechazo a la necesidad de abrir el debate sobre el control de armas argumentando que con más restricciones las víctimas del tiroteo en Texas “podrían haber sido cientos”.
Si ese hombre no hubiera tenido un arma y le hubiera disparado (al tirador), las víctimas podrían haber sido cientos”, dijo Trump en referencia al residente de Sutherland Springs que, armado con su propio fusil, se enfrentó al hombre que abrió fuego en una iglesia.
Trump reaccionó con irritación a la pregunta de un periodista estadunidense sobre si no se deberían aplicar controles más estrictos a aquellos que compran armas de fuego.
El Presidente zanjó el tema señalando que no consideraba apropiado debatir un asunto interno en “el centro de Corea del Norte”.
Previamente, en su visita a Japón, el republicano dijo que la matanza respondía a “un problema de salud mental al más alto nivel”.