Dallas derrotó a Phoenix en el primero de dos encuentros que la Liga tendrá en un lapso de tres días en la CDMX
Ciudad de México, Mex., 13 de enero de 2017.- Deron Williams y Dirk Nowitzki inclinaron la balanza a favor de los Mavericks de Dallas al inicio del tercer cuarto, en el partido que abrió las celebraciones por los 25 años de la NBA en México en la Arena Ciudad de México, que registró un lleno.
Hasta entonces, los Soles de Phoenix y los Mavs lucieron seguros a la ofensiva y distraídos en labores de defensa. Fue un duelo de posesiones largas durante la primera mitad, parejo, pero, cosa rara, apagado en intensidad. Para el descanso los equipos se fueron con la ventaja de los Soles por 59-57 en la pizarra.
El fuego en realidad lo puso Tyson Chandler, amo y señor de los tableros, con 19 de 47 rebotes. El resto de los jugadores puso números en esa casilla. Usaron variantes los Mavs y vencieron 113-108.
Deron, impecable, abrumó a unos Soles que iniciaron el tercer periodo más preocupados por embocar sus opciones que por vigilar a sus rivales. Animó a Nowitzki, que agarró el testigo y entre los dos marcaron el camino a seguir.
De ahí en adelante la ventaja de la quinteta de Dallas fue de al menos ocho unidades. Al final, ambos acabaron la noche con 41 puntos que se sumaron a los 32 de Harrison Barnes.
En los minutos finales, un Devin Booker heroico realizó dos jugadas que tuvieron su recompensa para impulsar un posible regreso de los suyos. Ocho puntos no es mucha diferencia en el deporte ráfaga, pero pueden ser un espejismo. Se convirtieron en cuatro, por lo que el drama llegó a segundos de bajar el telón.
Tan lejos y tan cerca, Booker, el de ascendencia mexicana, terminó con 39 puntos y sus compañeros sin combustible. Williams se encargó de administrar la ventaja. Ordenó un ritmo semilento, de elaboración de jugadas que quemaron segundos.
Como sea, ambos cuadros iniciaron con un vigor extraordinario que por poco termina en final de foto. Pero Deron fue el síntoma que contagió a sus compañeros.
Todos los titulares de Dallas terminaron con doble dígito en puntos: Deron, el mejor, con 23 y 12 asistencias; el veterano Nowitzki, de 38 años, colaboró con 18, pese a que su otrora compañero Chandler (con quien fuera campeón en 2011) le bloqueara algunos intentos en la pintura. Seth Curry, el hermano del estelar Stephen, de los Warriors, registró 12 unidades.
Una velada de emociones propias de un deporte que cotiza al alza ya sea en México o en Londres o con actividades en África o Asia. A la NBA le viene bien México. Un cuarto de siglo de relaciones.
Valió la pena la espera por ver el show
La gente, impaciente, tuvo que hacer largas filas afuera de la Arena Ciudad de México para poder ingresar. Una revisión exhaustiva, perros, detectores de metales, retrasó la entrada de los aficionados que esperaban ingresar a ver a los Soles de Phoenix, el equipo que los seguidores del basquetbol en la CDMX adoptaron como propio los próximos tres días.
Una hora antes del juego, las gradas estaban vacías, pocos podían ingresar aún. Afuera, la gente comenzó a desesperarse. A cinco minutos de iniciar el juego el recinto continuaba semivacío.
En la duela, los Soles y luego los Mavs salieron a calentar. Alguno que otro aficionado tomaba video y foto, pero gran parte de los cerca de 22 mil lugares de la Arena seguían sin sus ocupantes; ya no era el retén, sino que la gente prefirió deambular por los pasillos del inmueble que ver calentar a Dirk Nowitzki o a Tyson Chandler.
Con el anuncio de la salida de los equipos la gente llenó las gradas. Algunos gritos para los Mavs, pero la afición estalló cuando salieron los Soles, el equipo adoptivo, por lo menos hasta el sábado. (Excélsior)