Una serie de quejas contra los administradores de la carretera de cuota Mérida-Cancún, han surgido debido a que esa vía se encuentra prácticamente despedazada por los trabajos del Tren Maya y de paso, la circulación es sumamente lenta por los «estallidos» de dinamita que se realizan como parte de la obra.
El caso es que nadie avisa -ni los responsables de las obras del Tren Maya- ni los dueños o recipiendarios de la citada carretera de cuota. La sorpresa es que después de sufrir diversos percances en la carretera al llegar a la zona de Chichén Itzá o rumbo a Valladolid, el cobro de la cuota es «inviolable».
De tal forma que muchos usuarios consideran que esto es un fraude y ni el gobierno Federal, ni los responsables de la vía de cuota Mérida-Cancún, dicen nada y el usuario es el pagano de todas esas consecuencias. (desdeelbalcon.com)