Denuncian a delegada de la Profepa por presuntas omisiones e irregularidades en torno al caso del niño italiano atacado el año pasado por un tigre.
Cancún, 21 de julio de 2014.– La delegada de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Quintana Roo, Ludivina Menchaca, fue denunciada ante el Órgano Interno de Control (OIC) de la Semarnat, por presuntas omisiones e irregularidades en torno al caso del niño italiano atacado el año pasado por un tigre blanco que se exhibe en el hotel Bel-Air Xpuha, en la Riviera Maya.
“A raíz de que en el hotel Bel-Air Xpuha, un tigre mordió a un niño en la mano, se presentó una denuncia ante la delegación de la Profepa, en Cancún, a la delegada, Ludivina Menchaca. Desgraciadamente la señora contestó en una forma muy poco profesional diciendo que el tigre no pudo morder al niño, protegiendo a los dueños de Xpuha y Bel-Air.
“Viendo esto me dirigí a la Ciudad de México y presenté una denuncia ante el Órgano Interno de la Semarnat en contra de esta señora y de los funcionarios que están ahí (en Profepa)”, informó la presidenta de la Asociación Protectora de Animales de Cancún, Sara Rincón Gallardo.
La activista indicó que la denuncia fue presentada en mayo pasado, con atención al titular del OIC de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alfonso Grey Méndez.
“Lo que denuncio es que no existe coordinación entre la Semarnat y la Profepa. La Secretaría dicta una cosa y la Procuraduría hace otra. Desde que llegó la señora Ludivina a la Profepa las cosas están muy mal, porque no está haciendo las cosas bien”, expresó.
El caso inició el 21 de agosto del 2013, cuando la familia Salerno llegó al hotel Bel-Air Xpuha, en la Riviera Maya. Los padres del niño se encontraban en el lobbie, cuando Anthony, de cuatro años, metió la mano al encierro en donde se encuentra el felino que, de un zarpazo, le arrancó un dedo.
El pequeño tuvo que ser hospitalizado y tuvieron que realizarle un injerto. Representantes del hotel se comprometieron a pagar los gastos médicos, condicionando al padre del niño a que no denunciaran los hechos ante la Procuraduría de Justicia. El papá del menor, denunció y el centro de hospedaje se desmarcó del problema.
En el ministerio público de Playa del Carmen, al padre de Anthony le dijeron que se olvidara del caso, porque se enfrentaba a gente muy poderosa, pero el ciudadano nacido en Italia, no cejó y buscó el apoyo de la Sociedad Protectora de Animales.
“Yo entro a la historia desde que el niño es mordido, desde que llego al hospital y veo que los corren, porque el hotel no quiso pagar; los llevo a otro hospital para que los atiendan y desde ahí le doy seguimiento a esto”, recordó Rincón Gallardo.
La delegación de la Profepa, además de atender el caso tardíamente, concluyó que la responsabilidad o negligencia había sido de la familia por descuidar al niño y no del hotel, que tenía garantizadas las medidas de seguridad en torno al felino, de acuerdo con declaraciones hechas por Menchaca Castellanos, quien afirmó incluso que era “imposible” que el animal atacase al pequeño de cuatro años.
“El hotel terminó diciendo que la responsabilidad era de los papás, no del hotel, porque como el tigre no sabe, los papás tenían que cuidar al niño. En primera el hotel no debe tener un zoológico y si lo tienen, deben tener personal, guardias, mallas, rejas, que proteja a los animales del contacto con los humanos”, señaló.
A decir de Rincón Gallardo los animales que habitan el “Parque zoológico Bel-Air Animal Park”, ubicado dentro del hotel Bel Air Xpuha, se encuentran en “pésimas condiciones”, ya que están revueltos unos con otros, sin contar con que el tigre no tendría por qué ser explotado comercialmente, ya que fue puesto bajo resguardo del centro de hospedaje por la Profepa, para cuidarlo, no para lucrar con él, como lo indica el acta de depósito del 23 de febrero del 2013, PFPA/4.3/2C.27.3/007/13.
“Tuvimos declaración de una empleada de que una puma tuvo un cachorrito, lo dejaron morir, avisó a los encargados del zoológico, pero no le hicieron caso. Es un desorden ese zoológico”, reprochó.
Otro elemento que forma parte de la denuncia en contra de Ludivina Menchaca, y los inspectores que atendieron el caso, es “la falta de diligencia o prontitud de realizar una inspección en el lugar de los hechos, lo cual permitió su alteración o manipulación en beneficio del (hotel) inspeccionado”.
La activista dijo que insistirán en que el zoológico sea clausurado y que se nieguen permisos para este tipo de sitios, porque no pueden operar dentro de un hotel.
Asimismo, acusó a la delegada, Ludivina Menchaca, de proteger al dueño del centro de hospedaje, porque presuntamente es un político.
“Sé que es un diputado federal, pero no sé el nombre. Creo que es del PRI (Partido Revolucionario Institucional)”, añadió.
Desde hace algunos años el PRI ha concretado alianzas de tipo electoral con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), al que pertenece Ludivina Castellanos, que es el mismo partido que promueve a nivel federal y estatal que los animales silvestres no permanezcan en cautiverio como parte de explotación comercial. Una de las principales iniciativas del Partido son “los circos sin animales”. (El Universal)