Rafael Márquez ‘pierde la cabeza’ en duelos clave

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En momentos de presión, la desesperación se apodera del michoacano ya sea con su club o con la Selección Mexicana. Acumula varias expulsiones.

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de abril de 2014.- En los momentos en los que más se le necesita y cuando existe presión, el defensa mexicano, Rafael Márquez, “pierde la cabeza” ya sea con el equipo en el que se encuentra o con la Selección Mexicana, como sucedió en el duelo de ayer entre el León y Bolivar que fue expulsado al minuto 77 por una patada en la espalda a un jugador boliviano.

En el duelo correspondiente a los octavos de final de la Copa Libertadores, León y Bolivar se encontraban igualados 1-1 en el segundo tiempo, resultado que no le favorecía al conjunto mexicano.

Cuando más se necesitaba tener la “cabeza fría”, Rafa Márquez tiró una patada en el aire al rival cuando buscaba el esférico. El árbitro no lo dudo y lo expulsó.

Tras la eliminación de “La Fiera”, Márquez expresó:

«Una vez más me equivoque y he perdido una batalla en contra de mi desesperación, asumo las consecuencias y sobre todo las críticas”, publicó en Twitter.

Márquez y sus expulsiones

Este es el incidente más cercano en el que ha visto el cartón rojo, pero hay que recordar que en el Mundial de Corea-Japón 2002, cuando México y Estados Unidos se enfrentaron en octavos de final, el michoacano dio una patada a Cobi Jones.

En la semifinal de la Copa Confederaciones de 2005, el Tricolor sucumbió ante Argentina, donde Márquez dio una entrada durísima por detrás a Pablo Aimar y se fue a las regaderas.

En su estancia en la MLS con el equipo de New York Red Bull, volvió a mostrar su carácter cuando había terminado el encuentro ante el Galaxy correspondiente a los “playoffs”. Márquez aventó el balón a Landon Donovan y provocó una bronca entre jugadores de ambos equipos.

Una expulsión más se dio en el duelo entre Red Bull y Earthquakes. En el cobro de un tiro de esquina, Rafa abrazó a Shea Salinas hasta llevarlo en el piso, no conforme en el césped propinó una patada a su rival. (Excélsior)