Jorge Castillo Quan y Raúl Piña Aguilar investigan cómo «detener» dicho proceso a fin de encontrarle una solución al Alzheimer
Mérida, Yucatán, 10 de enero de 2017.– Hace ocho años egresaron de la Facultad de Medicina de la UADY y desde entonces, se han volcado al estudio de la neurociencia y la genética, con descubrimientos que podrían cambiar los paradigmas de enfermedades complejas que impiden la reproducción sexual o incidir en la disminución de otras, como Alzheimer y Diabetes, cuyo principal factor de riesgo es el proceso de envejecimiento humano.
Jorge Castillo Quan y Raúl Piña Aguilar encontraron en la Universidad Autónoma de Yucatán una formación sólida en valores y conocimientos, así como el impulso para una trayectoria internacional en la investigación, que ahora los coloca en las Universidades de Harvard, en EEUU y, la de Aberdeen, en Escocia.
Como parte de esa visión de internacionalización, Castillo Quan realiza sus estudios de post-Doctorado en la Universidad de Harvard, en donde está dedicado a encontrar la fórmula para retardar el proceso celular del envejecimiento y con esto, incidir en la disminución de enfermedades crónicas y metabólicas.
“Mi mayor interés es retrasar el proceso de envejecimiento por ser el factor de riesgo más importante en enfermedades como el cáncer, la diabetes, las de tipo cardíacas y otras, las cuales empiezan a aumentar a medida que el ser humano envejece”, explicó.
Hasta cierto punto, dijo, se ha abierto este paradigma. “Si tenemos este denominador común que es el envejecimiento y podemos retrasar ese proceso, no sólo podemos prevenir el inicio de una de estas enfermedades, sino de muchas otras”.
Explicó que parte de su investigación está comprobando que al intervenir en el proceso celular de degeneración, al grado de poder retrasarlo podemos incidir en parámetros fisiológicos que se traducen en enfermedades de la memoria y metabolismo.
Castillo Quan dijo que el proceso de envejecimiento inicia desde que el ser humano nace, sin embargo, los órganos tienen diferentes procesos de maduración y envejecimiento y esto fue uno de los grandes retos, pensar que pueda haber varios procesos celulares.
El profesional, en sus estudios, utiliza como modelo a la mosca de las frutas –aquella que está sobre las frutas muy maduras-, ya que es un animal con un ciclo de vida muy corto y esto, permite observar todo el proceso del envejecimiento. Además, se puede manipular fácilmente el genoma de la mosca.
Resaltó el orgullo de haber estudiado en la UADY “siento que existen muchas oportunidades, que no existen en otras universidades y si pienso qué hubiera pasado, si hubiera estudiado en otra, no hubiera alcanzado el desarrollo que ahora tengo”.
Envió un mensaje a otros estudiantes a que aprovechen al máximo la oportunidad que tienen, pues “la universidad no sólo es para desarrollar a un profesionista, sino para abrir la mente sobre las oportunidades que existen a nivel global”.
Piña Aguilar, desde la Universidad de Aberdeem en Escocia, ha dado seguimiento a sus investigaciones sobre la genética y la reproducción, con valiosos descubrimientos en torno a las “enfermedades raras”, como se conoce a aquellas relacionadas con esa área.
El grupo de enfermedades raras está un poco desatendido por el sistema de salud y por los especialistas, en general. Estas son enfermedades cuya incidencia es de menos de uno en 2,000 y eso puede provocar que no sean prioridad para estudios.
Piña Aguilar, es el primer científico no europeo reconocido por la Fundación Suiza IBSA, gracias a una investigación genética por el desarrollo de células germinales en ratones afectados por una enfermedad genética de la diferenciación sexual que impide su reproducción.
La distinción, dijo, le permitirá extender sus estudios a las células de humanos con el uso de células pluripotenciales.
Raúl Piña Aguilar también envió un mensaje a la comunidad universitaria a sentirse orgullosos de la institución.
“A veces no se valora la red de puertas abiertas que genera la Uady en los hospitales públicos, lo cual es una valiosa oportunidad para los estudiantes, pues ahí encuentran esos escenarios reales de aprendizaje”, comentó.
Como estudiantes, golpeando y diciendo soy de la Uady, las puertas se abren y eso amplías las oportunidades porque ya no sólo es el aula el centro de aprendizaje sino el espacio hospitalario, donde la enseñanza se enriquece.
-Esas son puertas que sólo están abiertas por venir de la Universidad Autónoma de Yucatán, puntualizó.
Ambos profesionales estuvieron unos días en la ciudad para visitar a sus familiares. Las autoridades de la Facultad de Medicina, encabezadas por su director Guillermo Storey Montalvo, aprovecharon para tener una reunión con ellos.
Con la entrega de batas médicas con el sello de la UADY, les pidieron seguir siendo ejemplo y orgullo del Alma Mater.