El arzobispo de Yucatán anunció que el próximo domingo las parroquias funcionarán como centros de acopio
Mérida, Yucatán, 21 de septiembre de 2017.– Ante los fuertes sismos que han azotado el territorio mexicano en días pasados, el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega hizo un llamado a la comunidad católica de la entidad a que en estos tiempos de necesidad “no falte al caridad solidaria para con nuestros hermanos damnificados”.
De igual manera, anunció que el próximo domingo todas las parroquias del estado funcionarán como centros de acopio, por lo que invitó a los creyentes a ser solidarios.
El arzobispo expresó que existe consternación ante las afectaciones que se viven en el centro del país como resultado del temblor de 7.1 grados en la escala de Ritcher, pero resaltó la unidad de todo el pueblo ante esa problemática.
“En este momento los corazones de todos los mexicanos estamos unidos a los corazones de nuestros hermanos de aquellos lugares damnificados a causa de este terremoto y también del anterior. Queremos ayudar, queremos estar con ellos y ser solidarios”, señaló.
Rodríguez Vega hizo un llamado a la comunidad católica de la entidad “para que no falte la oración”.
“Pidiéndole al Señor que dé la vida eterna a los que han fallecido a causa de estos desastres naturales, que dé la salud y la recuperación total a los que han quedado heridos en estos incidentes, que pronto sean rescatados los que aún quedan bajo los escombros. Pidamos al Señor que dé fortaleza a todos los que se están dedicando con esmero en el rescate de nuestros hermanos ahí sepultados”, expresó el arzobispo.
Por último, invitó a los creyentes a manifestar su solidaridad “solidaridad llevando el próximo domingo a nuestras parroquias, la ayuda en especie que queramos enviar”.
El arzobispo de Yucatán explicó que cada parroquia será un centro de acopio y cada párroco se encargará de hacer llegar a su destino la caridad que reciban. “No importa por poco que sea; sumándolo a la caridad de todos, será una gran ayuda para nuestros hermanos, y por pequeño que pueda ser lo que nosotros llevemos, no quedará sin recompensa, porque Dios nuestro Señor no se deja ganar en generosidad”.