El elemento involucrado dijo que no se sintió agraviado, declaró el ombudsman.
Mérida, Yucatán, 28 de octubre de 2016.- El policía municipal de Tekax que aparece en un video esposado en un poste, y que fue víctima de humillaciones por parte de sus compañeros, no quiso ratificar el motivo de la queja que presentó la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (Codhey), argumentando que no se sintió agraviado por parte de los otros uniformados.
Así lo informó el ombudsman de Yucatán, José Enrique Goff Ailloud, quien dijo que ya se entrevistaron con el elemento policiaco, quien relató que ese hecho ocurrió “hace tiempo atrás”, y que “sólo se trató de una broma”.
Como se sabe, en dicho material se observa a dos elementos de dicha dependencia, uno esposado a una columna mientras otro agente le toca los glúteos y se restriega contra él, simulando sostener relaciones sexuales. También le da algunos golpes en su cabeza.
Por tal razón, recordó el presidente de la Codhey, iniciaron de oficio la tramitación de una queja de presuntas responsabilidades por atentar contra la dignidad de ese funcionario público.
En entrevista, hizo un llamado al alcalde de Tekax, Josué Cohuo Tzec, a que tome las medidas administrativas necesarias a fin de garantizar la no repetición de los hechos, “porque no sólo atentan contra la dignidad de las personas, sino que también demeritan el trabajo y la imagen de los cuerpos policiales”.
Goff Ailloud señaló que ese tipo de hechos –captado y difundido en video- atentan contra las conductas de respeto que como servidores públicos deben tener para con los ciudadanos y sus compañeros de trabajo.
Criticó que los policías que aparecen en ese material realizaron esas acciones indebidas portando sus uniformes, en horas de trabajo, afectando los códigos de ética y conducta que deben respetar todos los servidores públicos.
El ombudsman dijo que el policía agraviado no quiso ratificar el hecho de la queja “porque sólo se trató de un juego entre compañeros, y no hubo dolo”. Pero que lo lamentable es que ese caso demerita la imagen de las corporaciones policiacas, y atenta contra la dignidad de las personas. (Herbeth Escalante)