Pobladores se organizan contra granja en Kinchil

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Instalaron oficialmente el Consejo Maya Poniente «Chikin Há» en la casa ejidal de este municipio

Kinchil, Yucatán 13 de enero de 2019 .- Preocupados por la grave contaminación de aguas negras que vierte una megagranja porcícola en medio de la selva al poniente de esta región, autoridades locales, líderes ambientalistas y pobladores de comunidades vecinas instalaron anoche oficialmente el Consejo Maya Poniente «Chikin Há» en la casa ejidal de este municipio.

Representantes de citricultores, apicultores, guías de turistas de Celestún y Sisal así como especialistas en el tema ambiental fueron testigos de este proyecto que se sembró a mediados del pasado año, y en la que se hizo una mesa de trabajo.

El kinchilense Alberto Rodríguez Pisté, quien fue ratificado como el coordinador de dicha organización, dio la bienvenida y explicó que «Chikin Há» significa en maya «el agua del Poniente»

– Esa debe ser nuestra bandera luchar por preservar el vital líquido, la flora y fauna del cual no dependen solo un pueblo, sino los que conforman esta zona, mejor dicho a toda la península de Yucatán – abundó.

Rodríguez Pisté aseguró que hay pruebas contundentes del claro daño de la granja Kekén al medio ambiente, pues las  cuatro plantas de más de 20 mil parideras que producen más de cien mil cerditos mensualmente y la disfunción de los biodigestores, con que la empresa justifica sus sistema intensivo de producción, no sólo afectan el manto freático que comienza a metro y medio en este lugar, también a cientos de especies de plantas y animales de nuestra madre tierra.

Por su parte Gerardo Iuit, oriundo de Seyé, quien se identificó como profesional en este ámbito, dijo que se enteró gracias a las redes sociales.

«El problema no es del pueblo de Kinchil, es de todo el planeta, estoy muy involucrado en lo que respecta a residuos peligrosos en cuanto a contaminación, por lo que cuenten con mi apoyo», dijo.

Asimismo Edwar Ricardo Tuz y Román Cauich, guías celestunenses, se integraron a esta lucha.

«En el caso de Celestún, puedo mencionar algunos temas, siendo el primero la del manglar del cual muchos dependemos, desde el hecho de impartir viajes guiados a visitar los flamencos, arribando gente nacional e internacional al puerto para observarlos, generando derrama económica para innumerables familias”, dijo.

Los líderes dijeron que la empresa ha «blindado» su perímetro del terreno en el que se ubica la laguna, pues ayer reporteros de varios medios de comunicación que quisieron constatar este ecocidio no pudieron ingresar debido a que han contratado a personal de seguridad.

“Quizás cuando las «autoridades» lleguen a «supervisar», ya no se encuentren la tremenda mancha negra de orina y excremento de cerdo”, señalaron.

Al final, el sentir del grupo como expuso Jesús Solís Alpuche, presidente de la A.C Chan Tza Can, lo que se exige es pedirle a los empresarios que cumplan con el marco de la ley, sobretodo resarcir ese serio problema de contaminación. Los acuerdos fueron:

1.- Que la empresa Kekén controle su sobrepoblación de crianzas de cerdo.

2.- Emplear modelos internacionales para minimizar el impacto ambiental.

3.- Que se hagan valer las normas oficiales mexicanas.

De no cumplir, pedirán la expulsión de Kekén.

Por último también estuvieron el comisario agrario anfitrión Fausto May Pisté, Pilar Ruiz representante de la ONU en la entidad, el edil kinchileño Valentín Pech Dzib, entre otros. (ACOM)