Se ubica en la posición 10 a nivel nacional con 6.94, de acuerdo a informe de la CNDH
Mérida, Yucatán, 11 de junio de 2017.- De acuerdo al Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016, la clasificación promedio que obtuvieron los cuatro Centros de Reinserción Social (Ceresos) de Yucatán fue de 6.94, por lo que se ubica entre los 10 Estados mejor evaluados en el país, escalando seis posiciones en comparación al año pasado.
Llama la atención que en este informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el penal de Tekax, que el año pasado reprobó con 5.3, ahora obtuvo una calificación satisfactoria de 6.08.
Por su parte, el Cereso de Mérida obtuvo una calificación de 6.81, mientras que el más elevado fue el Femenil con 8.12, y el del Oriente (Valladolid) recibió 6.73.
En este estudio, la CNDH supervisó: aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno, estancia digna, condiciones de gobernabilidad, reinserción social del interno, y grupos de internos con requerimientos específicos.
El diagnostico arrojó “focos rojos” en el Cereso de Mérida en el rubro estancia digna, como por ejemplo, en condiciones materiales e higiene en las instalaciones para alojar internos, en el área médica y para comunicarse con el exterior. También se detectó deficiencias en la alimentación.
Como ocurrió en el estudio del año pasado, en este penal se se detectó insuficiencia de personal de custodia y seguridad, deficiencias en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias, actividades ilícitas y ejercicio de funciones de autoridades por parte internos (autogobierno).
El Cereso de Valladolid resultó el peor evaluado en el rubro de reinserción social del interno, sobre todo porque es deficiente la integración del expediente técnico-jurídico de cada persona privada de su libertad, separación entre procesados e internos, actividades laborales y de capacitación, y en la clasificación de los reclusos.
Con respecto al penal de Tekax, las mayores ineficiencias se encontraron en el aspecto de atención de grupos de internos con requerimientos específicos, como las mujeres, personas con discapacidad física o psicosocial, y los que padecen VIH-SIDA. Tampoco son suficientes los programas para prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.
También hace falta una normatividad para regir el lugar, y existen fallas en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias.
De acuerdo a este diagnostico de la CNDH, el Estado de Guanajuato fue el mejor calificado a nivel nacional, por cuarto año consecutivo, con 8.22.
En cuanto a la Península, Yucatán resultó el mejor evaluado con 6.94. Llama la atención que Campeche se ubicó en la posición número 12 con una calificación de 6.61, cuando el año pasado reprobó con 5.93.
En el caso de Quintana Roo, de acuerdo a este informe de la CNDH, volvió a reprobar, ahora con 4.69. (Herbeth Escalante)