«Operación mochila debe ser permanente»: Díaz Lizama

Indicó que dicho programa debe implementarse constantemente y a nivel nacional, pero respetando los derechos humanos de los niños

Mérida, Yucatán, 31 de enero de 2017.- Al referirse a los trágicos hechos ocurridos en Monterrey, la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama consideró que el programa escolar «Mochila Segura» debe implementarse a nivel nacional y de manera permanente, aunque sea aleatoria.

Sin embargo, también advirtió que debe implementarse una estrategia adecuada para que sean los maestros y trabajadores sociales quienes sean los que busquen algún tipo de riesgo. «Eso sí, con un estricto respeto a los derechos humanos».

También anunció que en el Senado de la República se discutirá en breve una iniciativa que propone la creación de Escuelas para Padres, que tendrá el propósito de dotar a los papás de herramientas para la adecuada orientación y formación de sus propios hijos.

—Lo que pase en el México de los siguientes 10, 20 años, se está forjando ahora, en las aulas. Por ello, la escuela y lo que pase en ella tiene que tener prioridad para todos —sostuvo.

De acuerdo con la senadora por Yucatán, la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes establece que se deben tomar medidas efectivas para promover valores que contribuyan a una cultura de la paz y la no violencia.

—Por ello, la Secretaría de Educación, de Salud, el DIF, etc. deben generar propuestas con acciones y protocolos muy claros en donde los maestros, pero sobre todo los padres de familia, tienen que estar capacitados para saber reaccionar ante problemas de índole conductual o psicológica —indicó.

La legisladora federal consideró también que hay que poner mucho énfasis en la formación del carácter de los niños. «Ahora se habla mucho de la educación en valores, pero puede que carácter y valores no sea lo mismo. Yo entiendo carácter como armarse de valentía, de coraje, y de actuar en consecuencia, no sólo indignarse o entristecerse.

—A los niños también hay que educarles el carácter, animarles a dar un paso, a ser ejemplo, a que sus valores pasen a la acción —precisó.

—También tenemos que empoderar a los maestros, a los buenos maestros. Nuestra generación creció con un enorme respeto hacia los docentes. En algún momento cambió esto. Ahora creo que regañamos más al maestro que al alumno.