‘Odile’ expulsa de BCS a decenas de familias pobres

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Perdieron todo y temen que el huracán Polo los afecte más.

San José del Cabo, BCS, 20 de septiembre de 2014.– Decenas de familias de escasos recursos abandonan esta entidad tras resultar afectados en sus empleos y viviendas por el huracán Odile;regresan a sus lugares de origen aprovechando el puente aéreo.

Ante la pérdida de sus propiedades y el temor de que el huracán Polo los afecte más, familias que vinieron a trabajar hace más de un año a municipios como San José del Cabo o Cabo San Lucas llegaron desde la madrugada a inmediaciones del aeropuerto internacional de Los Cabos y se formaron en las filas en que los turistas esperan ser transportados a sus lugares de origen.

Jorge llegó a Los Cabos hace dos años. Trabajaba como jardinero, pero decidí regresar a mi pueblo, Ayutla de los Libres, en Guerrero. Allá está mi familia y aquí me quedé sin nada.

El hombre, de 40 años de edad, fue uno de los últimos en abordar un vuelo de la Policía Federal hacia la ciudad de México. Sólo llevaba tres bolsas: dos de plástico y una de yute. Eran todas sus pertenecias. De ropa, solamente la que traía puesta, según contó.

Nancy López viajó con sus padres y sus dos hijos. “Armando, su esposo, se quedó a ver si puede hacer algo con el terrenito. Nosotros ya no quisimos quedarnos; él nos alcanzará en los próximos días si no puede hacer nada o conseguir para levantar nuevamente la casa.

Somos del estado de México, de Ixtapan de la Sal. Llegamos a San José del Cabo hace cuatro años. Allá está nuestra familia; teníamos empleo, pero el huracán nos dejó sin nada. La verdad, mejor nos vamos porque va a llegar otro huracán, y si no hay ni qué comer, ¿qué vamos a hacer?.

Edwin Gutiérrez también viajó de Los Cabos a la ciudad de México a bordo de un avión de la Policía Federal; su familia vivió durante 15 años en Cabo San Lucas.

“Mi papá se quedó; dice que si todo mejora nos mandará traer. Mientras estaremos con una tía en Chimalhuacán, estado de México.

El hucarán estuvo feo, y luego luego sacó lo malo de la gente; hubo robos, la policía no pudo hacer nada. Nos quedaremos con mis tías, es lo mejor.

Cuando llegaron a la capital del país, la madre de Edwin fue a recoger una maleta en la que llevaba la ropa y los papeles más importantes de su familia. El padre del joven labora en una empresa de transportación turística que desde hace cinco días no tiene trabajo.

En las filas que se forman afuera del aeropuerto para abordar una nave, las familias o grupos de turistas o habitantes que desean salir tardan más de seis horas en subir a un avión que los acerque o traslade a sus lugares de origen. (La Jornada)