No tienen dónde proyectar documental contra Correa

Los cines comerciales no quieren molestar al actual Gobierno de Ecuador.

Ecuador, 6 de mayo de 2018.- Tengo un escándalo más o menos grande, con un tráiler que ha generado muchísimas reproducciones, hay medios preguntándome por la película y mucha expectativa, pero no tengo dónde mostrarla. Y eso es frustrante”, se queja el activista político ecuatoriano Carlos Andrés Vera de la “pesadilla” que ha supuesto buscar lugares en los que pudiera proyectar su documental “Propagandia’.

De momento, solo ha encontrado dos opciones independientes: el Festival Encuentros de Otros Cine (del 9 al 20 de mayo en Quito, Guayaquil y Cuenca) y en la Sala Ochoymedio. Los cines comerciales le han cerrado la puerta para evitar la polémica y no molestar al actual Gobierno de Ecuador.

El documental deja constancia de 10 años de un Estado de propaganda, acumulación de poderes y manipulación mediática ejecutados por el Gobierno de Rafael Correa, como estrategia para perpetuarse en el poder, llegando al momento clave hace justo un año, con las elecciones presidenciales en las que Correa debía entregar el cetro de mando a su sucesor, Lenín Moreno. ‘Propagandia’ recupera de los archivos los episodios de violencia, las agresiones verbales y las anomalías que pusieron en duda el resultado electoral del año pasado para plantar en el espectador un retrato autoritario como definición del régimen anterior.

“Para mi, la última elección se ganó gracias a todas las trampas puestas en marcha para que Alianza PAIS conservase el poder. La última elección es solamente el ejemplo más evidente de un aparato de propaganda que se empezó a construir desde mucho antes y que fue dejando muchas más víctimas que también están en el documental”, explica Vera, que ha llevado a la pantalla a personajes de renombre en el mundo de la política ecuatoriana como la opositora Martha Roldós, el economista Eduardo Valencia, el periodista Juan Carlos Calderón y el exfuncionario petrolero Fernando Villavicencio.

Todos ellos experimentaron personalmente lo arriesgado de enfrentarse al Gobierno anterior. Perdieron sus trabajos, se enfrentaron a legiones de trolls en redes sociales e, incluso, convivieron con la vigilancia estrecha de los servicios de inteligencia por criticar, cuestionar y desvelar irregularidades del Gobierno. Así lo cuentan en el documental que intercala entrevistas con ellos con fragmentos de discursos e intervenciones públicas de Correa y sus seguidores más fieles.

El tono, abiertamente crítico e inquisitivo, es lo que ha alejado a ‘Propagandia’ de la taquilla. Las salas de cine no quieren molestar al actual gobierno con el proyecto de un conocido activista y crítico del correísmo como Carlos Andrés Vera.

 

“Inicialmente fue aprobado en las principales cadenas de cine de Ecuador -que son tres- por los responsables que normalmente toman esa decisión. Pero al tratarse de un tema político, tenía que ser aprobado por los accionistas. Ese no es un trámite normal”, cuestiona el director. “Una cadena me dio luz verde, con la condición de que las otras dos se unieran. La otra cadena respondió lo mismo y todo quedó en manos de una tercera cadena, cuyo principal accionista se negó. Dijo que no porque no estaba de acuerdo con la visión del documental y porque creía que el proyecto cuestionaba la legitimidad del actual Gobierno y él no quería sembrar una crisis democrática”.

Eso ha cercenado las posibilidades de que Vera y su equipo de 12 personas puedan obtener ganancias del documental que ha sido financiado con 80.000 dólares de aportes privados, que solo sirvieron para pagar los costes de los primeros cinco meses de rodaje. Los otros cinco meses de trabajo van a fondo perdido. “Esperemos a ver qué pasa tras el festival, pero en Ecuador parece que la única forma de verlo masivamente va a ser a través de Internet”, apunta Vera, aclarando que no ha recibido financiación de Guillermo Lasso ni del Banco Guayaquil, pese a que el excandidato presidencial que perdió las últimas elecciones es unos de los entrevistados y agraviados por el Estado de propaganda que denuncia el documental.

A pesar de la polémica, Vera asegura que no tenía ninguna intención de generar caos, sino de dejar constancia histórica de lo que pasó durante la última década. “Los documentales no tienen el poder de cambiar la realidad o de tumbar gobiernos, pero sí el de generar debate para que cosas así no se repitan”, explica el director que decidió prescindir de voces oficiales en la hora y media que dura la película. Ni Correa ni los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado, exministros del Gobierno encargados de la imagen y estrategia de comunicación, tienen espacio en ‘Propagandia’ para dar su versión. Según Vera, jamás le habrían concedido a él una entrevista. Sin embargo, el documental recopila declaraciones del expresidente ecuatoriano y de esos funcionarios en los que dejan constancia de su visión y en las que queda explícito el ambiente de crispación y ataques que propinaban contra los críticos a la gestión gubernamental. Por eso, apostilla Vera, nunca fue su objetivo sentarse a hablar “con los victimarios sino con las víctimas. Porque durante 10 años, la voz oficial fue la voz preponderante y fue mucho más poderosa que la de los demás”.