Admite que el PRD atraviesa por momentos difíciles y reconoce omisiones
Mérida, Yucatán 18 de noviembre 2014.- A un día de que Cuauhtémoc Cárdenas exigiera la renuncia de la dirigencia nacional del PRD, Carlos Navarrete le respondió que no abandonará el cargo. En un pronunciamiento, Navarrete dijo que la dirigencia nacional del partido acordó que sea el propio Consejo Nacional el que decida si debe dimitir.
Tras reconocer que el PRD vive “un momento difícil”, porque se tomaron “decisiones equivocadas”, se incurrieron en “omisiones” y se toleraron “prácticas inaceptables”, convocó al fundador del partido a una reunión.
“Es necesario reunirnos con usted para evaluar juntos el momento por el que atravesamos y acordar que en acatamiento a la legalidad partidaria, su propuesta sea valorada por el Consejo Nacional el próximo 29 de noviembre.
“Ahí, en el máximo órgano de dirección del partido, cuando no está reunido el Congreso Nacional y al cual usted pertenece, se podrá debatir su propuesta. Y todos deberemos acatar lo que al final se resuelva. Todo ello, para no sustituir, como usted lo afirma en su carta, a los cuerpos colegiados por acuerdos de cúpula”, dice la respuesta leída por Navarrete.
Añadió que el PRD está dispuesto a corregir errores y desviaciones, y en esa posición política “todos debemos contribuir; siempre serán bienvenidas sus propuestas, ingeniero”.
La carta de respuesta leída por Navarrete, quien siempre estuvo acompañado por el secretario general del partido, Héctor Bautista, precisa la necesidad de que el Consejo Nacional sea la autoridad colegiada que discuta la petición de Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del PRD.
De manera directa, Carlos Navarrete respondió a Cárdenas que “usted nos propone renunciar y nombrar una dirigencia provisional que haga precisamente lo que el partido ha hecho en el último año. Sugiere que esa dirección se integre con representación regional y de las corrientes de opinión existentes. Sólo hay que decir que de esa manera se ha integrado la actual dirigencia nacional y las 32 dirigencias estatales”.
El PRD suma ya ocho semanas de confrontación entre sus principales liderazgos, a raíz de la tragedia ocurrida en Iguala, Guerrero, donde el entonces presidente municipal perredista, José Luis Abarca, pidió a su policía municipal detener y ponerle fin al activismo que programaban los estudiantes de la normal de Ayotzinapa. (Excélsior)