El factor AMLO será trascendental en las votaciones de los ciudadanos. El PRI saldría beneficiado
México, 14 de diciembre de 2014.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) será el principal beneficiario de los votos que reciba en las próximas elecciones de 2015 el partido Morena y, en consecuencia, afectará al Partido de la Revolución Democrática (PRD), de acuerdo con un análisis de los resultados por distrito electoral elaborado por Buendía y Laredo.
¿Por qué el PRI sería el principal beneficiario de las pérdidas de la izquierda? La respuesta radica en cómo estuvo conformada la competencia a nivel distrital. El PRI fue el principal contendiente de la izquierda en varios distritos que ganó la coalición Movimiento Progresista en 2012. Este patrón ha sido una recurrente en la historia electoral de nuestro país. Así pues, es posible que la izquierda traslade algunas de sus potenciales victorias distritales al PRI en las elecciones del próximo año. Esto podría servirle al tricolor para compensar las pérdidas de distritos que normalmente sufre el partido del Presidente en turno en las elecciones intermedias.
Uno de los aspectos más interesantes es que el PRI sería el principal beneficiado al pasar de 174 a 202 curules de mayoría: 28 de los 31 distritos que pierde la izquierda van a parar al PRI, y sólo tres al PAN.
De acuerdo con el análisis de Buendía y Laredo, Morena no recibirá los votos suficientes para ganar algún distrito electoral. Sin embargo, la fragmentación provoca que la izquierda reduzca sus victorias distritales de 71 a sólo 40.
En las elecciones concurrentes de presidente y diputados federales es común que los candidatos presidenciales atraigan votos para los candidatos a diputados de su mismo partido. Este fenómeno se conoce como efecto de arrastre. El PRD alcanzó su votación más alta en las elecciones de diputados federales cuando AMLO fue su abanderado presidencial en 2006 y 2012 (29% y 27% respectivamente). El efecto de arrastre de AMLO es parte importante de su capital electoral que se debe a su persona y no necesariamente a la etiqueta partidista del PRD.
¿De qué tamaño fue el efecto de arrastre de AMLO? Una manera de medirlo es analizar la votación histórica del PRD en cada uno de los distritos electorales del país e intentar aislar el porcentaje de votos que AMLO aportó a los candidatos a diputados por ese partido. La votación del PRD depende de varios factores; sin embargo, los resultados de un modelo estadístico de regresión indican que unas pocas variables pueden describir con suficiente precisión la votación del PRD a nivel distrital.
El primero de esos factores es una base regular de apoyo que persiste de una elección a otra, independientemente de si se trata de una elección presidencial o intermedia. Este elemento de largo plazo comúnmente se denomina “voto normal”. Por ejemplo, de acuerdo con los resultados del análisis, el voto normal del PRD en el distrito 2 de Guerrero es de aproximadamente 42%. En ese distrito, el PRD o su coalición obtuvieron entre 40% y 55% de los votos en las elecciones para diputados federales de 1994 a la fecha. En contraste, el voto normal del distrito 1 de Nuevo Leónes de tan sólo 2%, ahí, el voto del PRD ha sido tradicionalmente inferior a 5%. A nivel nacional, el voto normal del PRD se ubica en 16%.
La votación del PRD en un distrito puede ser mayor o menor al voto normal dependiendo de otros factores de corto plazo. Uno de ellos es que el gobernador sea de extracción perredista. Por ejemplo, cuando el PRD estuvo al frente del gobierno de Tlaxcala, sus candidatos a diputados obtuvieron en promedio casi 11 puntos porcentuales más que cuando otro partido gobernó la entidad. En el caso del Distrito Federal, la jefatura de Gobierno se ha traducido en casi cuatro puntos porcentuales más de votación.
La candidatura presidencial de AMLO es el factor de corto plazo que más votos aportó al PRD. En promedio, su candidatura en 2006 y 2012 significó casi nueve puntos porcentuales de los votos a nivel nacional. El arrastre de AMLO es un fenómeno fundamentalmente estatal; es decir, fue muy parecido en los distritos de un mismo estado, pero fue distinto de un estado a otro. En el DF, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Puebla y Tlaxcala, su efecto representó entre 14% y 17% de los votos en promedio. AMLO tuvo poco impacto en estados como Michoacán, Sonora, Colima, Guanajuato y Sinaloa.
La candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas (1994 y 2000) no tuvo un efecto importante; sin embargo, su candidatura a la jefatura de Gobierno del DF en 1997 sumó a los candidatos a diputados de su partido casi 5% de los votos a nivel nacional.
La presencia de los candidatos de Morena en la elección del próximo año podría reducir el número de curules de la izquierda en la Cámara de Diputados. Al fragmentarse el voto, la izquierda podría perder distritos donde ganaría si postulara a un mismo candidato. La izquierda mantendría aquellos distritos donde la fragmentación del voto es poca, o donde su nivel de apoyo es suficientemente grande como para que, incluso estando dividida, pudiera derrotar a su contendiente más cercano.
Los cálculos del voto normal del PRD y del arrastre de AMLO sirven para ilustrar que en 2015, quienes votaron por la coalición de 2012, ahora lo hagan por Morena, un partido político nuevo que se prevé le reste votos en general a los partidos de izquierda que antes contendían con candidatos en coalición.