La PGR en Yucatán está podrida, asegura su abogado.
Mérida, Yucatán, 15 de agosto de 2014.- La señora Ligia Canto Lugo, a pocos días de ser exonerada del delito de falsificación de documentos en Jalisco, regresó a Mérida y exigió que se haga justicia a favor de su familia, luego de vivir dos años de persecución y fabricación de delitos.
Entre llanto y tras reencontrarse con su familia y amigos, relató el “infierno” que atravesó luego de que agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) la detuvieron en esta ciudad y la trasladaran al centro penitenciario de Puente Grande.
“Nunca me imaginé la saña de Martin Medina Sonda, quien llegó al punto de atacar a una anciana”, declaró Canto Lugo, haciendo referencia al ex esposo de su hija Ema Gabriela Molina Canto, quien secuestró a sus tres nietos y continúa desaparecido.
En conferencia de prensa, contó que cuando los agentes se la llevaron a las instalaciones de la PGR en Yucatán no la atendieron adecuadamente cuando se empezó a sentir mal y vomitaba, debido a su deteriorado estado de salud.
Por el contrario, se la llevaron en carretera hasta un hospital de Campeche en donde la atendieron, de ahí a Tabasco, y luego la trasladaron en avión a la Ciudad de México.
Ya en la cárcel de máxima seguridad en Jalisco, contó con el apoyo de verificadores de la Comisión Nacional de los Derecho Humanos (CNDH), “y creo por eso no me trataron mal en prisión”.
Al declarar que se trató de un delito fabricado, pues se le acusaba de clonar tarjetas y vender pasaportes falsos, dijo que incluso el juez de Jalisco se sorprendió del caso y le prometió “que recuperaría pronto su libertad”.
Fue un proceso irregular, pues las personas que la acusaron de cometer dichos delitos o que declararon en su contra, tenían identificaciones falsificadas, estaban libres, e incluso uno de ellos ya había fallecido desde hace tiempo.
“La persecución y tortura que ha sufrido mi familia no se lo deseo a nadie, es vivir sin vivir, y nosotros sólo queremos paz, encontrar a mis nietos y que por fin se castigue a Martín Alberto Medina Sonda”, enfatizó la señora, de 62 años de edad.
Recalcó que muchas personas están involucradas en este lamentable caso, desde autoridades, notarios públicos, testigos falsos y funcionarios de alto nivel, quienes han sido “comprados” por Medina Sonda en esta persecución a la familia Molina Canto.
Su abogado, Efraín Encalada Burgos, declaró que hubo muchas irregularidades en la detención de Canto Molina, a tal grado que los agentes federales no le quisieron indicar de qué delito se le acusaba, además de que no le daban de beber y dejaron que la señora se orinara en su ropa.
“La delegación de la PGR en Yucatán está podrida, hay gente inepta trabajando ahí que hay que cambiar”, enfatizó.
Dijo que el día de la detención de su cliente, se encontró con el delegado de la Procuraduría, Juan Manuel León León, a quien le señaló que estaban cometiendo fuertes irregularidades en contra de Ligia Canto, a lo que el funcionario respondió prepotentemente:
“Ya la checamos, no tiene nada (es decir, no está enferma), ahorita mismo la vamos a trasladar (a Jalisco), porque ordenes son ordenes”
Ante los medios de comunicación, el abogado dijo que recomendará a Ligia Canto que solicite que se abra una investigación jurídica para averiguar quiénes están detrás de estas fabricaciones de delitos en contra de su familia.
Por lo pronto, la señora Ligia reiteró que hasta el omento no saben donde están sus tres nietos, y que lo último que supieron es que vivían con Medina Sonda en el estado de Puebla. (Herbeth Escalante)