Debido al compuesto con el que se elaboran, estos productos son menos peligrosos que en el resto del país
Mérida, Yucatán, 24 de diciembre de 2016.- Las mezclas con las que se preparan los artículos pirotécnicos en el estado son menos explosivas, -en comparación a los compuestos utilizados en el centro de México-, ya que usan menos azufre, indicó el doctor Gabriel Angelotti Pasteur, profesor investigador en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Los juegos pirotécnicos tienen una importancia relevante en las tradiciones de nuestro país, ya que por lo general se asocian con celebraciones religiosas. En Yucatán, estos productos se realizan por los maestros artesanos de la pirotecnia en Halachó.
Las grandes cantidades de pirotecnia acumuladas en el mercado de Tultepec, así como el tipo de mezcla utilizada para realizar estos explosivos, fueron factores que pudieron influir en la tragedia registrada en días pasados en el Estado de México, explicó el doctor Gabriel Angelotti Pasteur.
Señaló que uno de los elementos distintivos de la pirotecnia yucateca, es la producción, ya que esta no es tan peligrosa como la de Tultepec, debido a diversos factores, tales como la forma de trabajar y la preparación de la mezcla explosiva, dado que los artesanos ‘coheteros’ de nuestra entidad, no usan pólvora sino un compuesto conocido coloquialmente como «Mixto», el cual es de baja explosividad y permite un manejo más seguro.
En ese sentido, el Mixto preparado por los artesanos de la pirotecnia, prácticamente no contiene azufre, comparada con la mezcla utilizada en el centro de la República Mexicana. El azufre en combinación con factores ambientes propios de Yucatán, fermenta y produce una reacción al interior del elemento químico y se enciende ‘de la nada’, indicó el doctor Angelotti.
Otra de las características particulares en la venta de la pirotecnia en el estado es la comercialización, ya que la relación entre el vendedor y el consumidor es un asunto de confianza, donde la palabra de ambas partes juega un papel importante para realizar la transacción.
El ‘cohetero’ se encarga de la manufactura del producto, el traslado y distribución del mismo, para que finalmente realice personalmente la quema de la pirotecnia, donde muchas veces depende de que este último paso sea exitoso, para que se concrete el pago, dijo Angelotti Pasteur.
Al ser la única artesanía regulada por la Ley Federal de Armas y Explosivos, estas personas se exponen a ser detenidos por comercializar sus productos.
Las carreteras federales es donde más riesgo corren en el momento de trasladar los juegos pirotécnicos, ya que una vez al interior de los poblados, los artesanos entran a un lugar seguro y simbólico, llamado por los antropólogos como «Espacio Festivo», expuso el doctor de Gabriel Angelotti.
Dijo que en el caso particular de Tultepec, 30 mil personas se dedican a la venta de pirotecnia, de un total de 150 mil habitantes, es decir, un 20 por ciento de la población. En contraste, en Halachó, aproximadamente 70 personas se dedican a dicha actividad.
Por último, el investigador de la UADY acotó que el artesano de pirotecnia en el estado, tiene ciertos mecanismos de seguridad que evitan accidentes, pues ellos no almacenan productos, la mezcla es de baja explosividad, producen para el consumo directo y no para el mercado de consumo general. En contraste, en el Estado de México “venden grandes volúmenes con una producción artesanal, entonces es una combinación compleja y peligrosa”. (Guillermo Castillo)