Juego de pelota maya se apodera del corazón de Mérida

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La ceremonia del Pok Ta Pok se presentará todos los viernes del año en la Plaza Grande.

Mérida, 08 de febrero de 2014.- El olor a incienso y copal, el sonido de los caracoles y los instrumentos  prehispánicos, la musicalidad y dulzura de la lengua maya se apoderan del corazón meridano. Está por iniciar el Pok Ta Pok, juego de pelota ceremonial de los antiguos mayas.

En punto de las 8 de la noche, los guerreros mayas hacen su aparición en la antigua Th´o. La lucha entre el bien y el mal, representada en el juego, enfrenta a “xiues” y “cocomes”  (antiguos linajes mayas).

Como todo lo heredado por los mayas, el juego de pelota es mucho más que un simple entretenimiento: es un ritual cuyo fin es dar gracias por la buena cosecha o pedir la protección de los dioses y con ese enfoque ceremonial, los jugadores se preparan y purifican antes de dar inicio al Pok Ta Pok.

Desde el atuendo hasta la actitud, los guerreros mayas que integran ambos equipos saben la importancia de su papel y juegan con el honor por delante. Como se explicó antes del inicio del juego, la pelota representa el movimiento del cosmos. Es muy pesada y elaborada en caucho y podía ocasionar severas lesiones al que jugaba con las rudas reglas del juego de pelota. Pero todo empequeñecía ante el  honor de vencer al rival, de resultar ganador, aunque eso en ocasiones significara ser sacrificado, como se indica en algunas  investigaciones sobre la vida de los mayas. Otros especialistas afirman que los vencidos eran los sacrificados, pero en cualquier caso se consideraba un alto honor ofrendar la vida a los dioses en bien de la comunidad.

A partir de ayer, todos los viernes del año esta  antigua ceremonia se presentará en la Plaza Principal. La Subdirección Municipal de Turismo la incluyó entre sus programas permanentes por la buena aceptación y los comentarios de meridanos y visitantes ante la presentación del  juego de pelota el verano pasado. También ha sido petición expresa del sector turístico la representación constante del juego de pelota como uno más de los atractivos que ofrece el Centro Histórico meridano.

Además, el último viernes de mes se sumará una danza maya a esta ceremonia.

Hoy, en la inauguración del programa permanente, decenas de meridanos y visitantes se congregaron para conocer y disfrutar el tradicional juego, que comenzó con la consagración de los equipos a cargo del «Halach unic». Los “capitanes” de cada equipo tocan los caracoles hacia los cuatro puntos cardinales.

Los aplausos y manifestaciones de asombro entre el público no se hacen esperar. La dura consigna es pasar la pelota (tocada con la cadera principalmente) por un aro instalado exprofeso y elevado del suelo aproximadamente metro y medio. Este juego, el primero que se representó en la noche, lo ganaron los “xiues”.

Después se hizo la representación de un juego parecido, pero en el que se utilizan bastones para mover una pelota encendida y que es tradición purépecha.

La bola de fuego confiere aún más emoción y “adrenalina” al juego. Los guerreros mayas, con el rostro pintado y atuendo típico del Yucatán prehispánico, se llevan fuertes aplausos del público. Los asistentes disfrutaron la representación. Al final, no pocos se tomaron la foto del recuerdo con los guerreros mayas, servicio gratuito que ofrece el Ayuntamiento.

En la inauguración de este programa permanente, el director de Desarrollo Económico, Felipe Riancho Cámara, anunció que por instrucciones del Alcalde, Renán Barrera Concha, el juego de pelota queda como un programa permanente en el corazón de Mérida.

A la inauguración asistieron también la subdirectora de Turismo, Petitte Lizarraga Trava; Karol Kolozs Fischer y Javier Castillo, vicepresidente y director de Turismo, respectivamente, de la Cámara de Comercio.

Los guerreros mayas forman parte de la Asociación de Juegos Autóctonos y Tradicionales de Yucatán.

El sacerdote maya que consagró el juego, también hizo un llamado para que este año maya, Baktún, iniciado hace algunos meses, sea motivo para reflexionar sobre el cuidado de la naturaleza, a fin de vivir en armonía, tal como hacían los ancestros mayas.