Por primera vez en suelo afgano, los yihadistas perpetran un ataque suicida; hay más de 100 heridos y el presidente del país advierte de ‘un nuevo tipo de guerra’.
KABUL, 18 de abril de 2015.- El yihadista Estado Islámico (EI) ha reivindicado el atentado suicida de hoy con al menos 34 muertos y un centenar de heridos en el este de Afganistán, lo que supone el primer ataque de este grupo en suelo afgano y el inicio en el país de «un nuevo tipo de guerra».
En un discurso televisado, el presidente afgano, Ashraf Ghani, aseguró hoy que el atentado, sumado a otras acciones atribuidas al EI en Afganistán como «decapitaciones y secuestros», son «signos de un nuevo tipo de guerra» en elpaís asiático y una «grave amenaza».
La lucha contra esta guerra es nuestra obligación colectiva», declaró el presidente afgano, de visita oficial en la provincia oriental de Badakhshan.
El atentado suicida se produjo a primera hora de la mañana en la entrada del Banco de Kabul en Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, cuando decenas de personas, incluidos funcionarios del Gobierno, se encontraban allí para cobrar sus salarios.
Imágenes del atentado difundidas por los medios de comunicación afganos mostraban por el suelo a decenas de personas, incluidos niños, muchas de ellas ensangrentadas y con graves quemaduras.
¿Quién ha asumido el mortífero atentado de hoy en Nangarhar? Los talibanes no lo han hecho. El Daesh (el acrónimo en árabe del EI) lo ha asumido», aseguró el presidente afgano.
Horas antes, el EI había reivindicado el atentado en un mensaje remitido a la agencia afgana Pajhwok por Shahidulá Shahid, ex portavoz del principal grupo talibán paquistaní, el TTP, que fue destituido a finales del año pasado por mostrar su apoyo al EI y ahora ocupa el puesto de portavoz regional del grupo yihadista.
Un portavoz de los talibanes afganos, Zabihullah Mujahid, condenó en su cuenta oficial de Twitter el ataque en Jalalabad y otro atentado sin víctimas que tuvo lugar también hoy en la misma ciudad.
Esta mañana dos bombas han golpeado a civiles frente a un templo y un banco en Jalalabad. Los condenamos y negamos nuestra participación en ambos», destacó Mujahid.
A raíz de esa condena, Ghani pidió a los talibanes afganos, derrocados por las tropas estadounidenses en 2001, que dejen a un lado sus «diferencias políticas» con ellos, pues «son afganos y deberían estar con los afganos».
Hago un llamamiento a los talibanes. Hoy es el día en el que podéis elegir con quién queréis estar. Si os consideráis afganos, entonces venid y permaneced al lado de vuestro Gobierno. Si sois títeres de los extranjeros (por el EI), entonces id con ellos. La nación afgana sabe cómo lidiar con los traidores», sentenció Ghani.
YIHADISTAS EN SUELO AFGANO
En los últimos meses se ha culpado al Estado Islámico de cometer varias acciones en Afganistán, como la decapitación ayer de cuatro civiles en la provincia de Ghazni o el secuestro en varios puntos del país de miembros de la minoría étnica hazara y de musulmanes chiíes.
El Daesh está arraigándose día tras día en Afganistán, lo que plantea nuevas amenazas para el Gobierno afgano», explicó hoy a Efe Abdul Baqi Amin, director del Centro de Estudios Regionales y Estratégicos (CSRS, en sus siglas en inglés), localizado en Kabul.
El director del CSRS opinó que el EI «no se fortalecerá en Afganistán como lo ha hecho en Siria o Irak, pues las circunstancias son diferentes, pero intentará incluir en sus filas a talibanes y grupos criminales para mostrar su presencia» en el país.
Según Baqi, entre los nuevos miembros del EI en Afganistán destacan extranjeros procedentes de Uzbekistán, Chechenia o Pakistán que eran aliados de los talibanes en el pasado y que ahora practican «acciones brutales poco comunes» como las decapitaciones.
Una opinión que comparte el gobernador de Badakhshan, Muhammad Hashim, que observó que los combatientes extranjeros desplegados en Afganistán han cambiado su comportamiento y ahora actúan según la metodología del Estado Islámico.
Estos guerrilleros extranjeros participaron en el ataque reciente a un puesto de control militar (en Badakhshan) en el que murieron 20 soldados, y ocho de ellos fueron decapitados», remarcó el gobernador.