Este traslado forma parte del compromiso con la Casa Blanca del mandatario uruguayo, José Mujica, como parte del programa de cierre del penal.
Uruguay, 07 de diciembre de 2014.- Seis presos de la cárcel de la Base Naval de Guantánamo, considerados de bajo perfil y riesgo por Estados Unidos, fueron trasladados esta madrugada desde el penal estadounidense a Uruguay, informó hoy la embajada norteamericana en Montevideo.
Este traslado forma parte del compromiso con la Casa Blanca del mandatario uruguayo, José Mujica, que aceptó un pedido del presidente Barack Obama para recibir en Uruguay algunos reclusos de la cárcel ubicada en una base militar estadounidense en la isla de Cuba como parte del programa de cierre del penal.
Fuentes diplomáticas aseguraron a Efe que por el momento se desconocen los detalles de la llegada de los reos por razones de seguridad, dado que fueron trasladados en condición de refugiados.
Según la emisora uruguaya Monte Carlo, los presos fueron trasladados en un vuelo sanitario del gobierno de Estados Unidos y llegaron a Uruguay a las 2:55 hora local (GMT 4:55) , donde cinco de ellos fueron llevados al Hospital Militar y uno, que está más delicado, fue internado en el Hospital Maciel.
En un comunicado de prensa, la embajada de los Estados Unidos en Uruguay confirmó la identidad de los reclusos trasladados: que son Adnan Anham, Ali Hussain Shaabaan, Omar Mahmoud Faraj, Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy,Mohammed Tahanmatan y Jihad Diyab.
Sus nacionalidades son siria, palestina y tunecina, según los medios locales.
Los presos, considerados de poco valor y riesgo por Estados Unidos y fueron autorizados para ser transferidos desde hace más de cuatro años.
Este grupo de seis detenidos es el más numeroso transferido a otro país desde 2009, cuando se inició una parálisis en las repatriaciones de aquellos reos que habían recibido el visto bueno para abandonar el penal en suelo cubano en el que llevan más de una década.
La transferencia a Uruguay se retrasó también por el polémico acuerdo de liberación del prisionero de guerra Bowe Bergdahl, que fue intercambiado por cinco líderes talibanes encarcelados en Guantánamo sin que se notificara a tiempo al Congreso.
«Para mí, el refugio está en el plano de las más nobles instituciones que hacen viable la humanidad. Porque siempre va a haber quien tiene que disparar de algún lado» , dijo ayer Mujica a la televisión uruguaya durante su viaje a Ecuador a la cumbre de la Unasur.
La base de Guantánamo «no es una cárcel, es un nido de secuestro, porque una cárcel supone una sujeción a algún sistema de derecho, a la presencia de alguna fiscalía, a las decisiones de algún juez, cualquiera que sea, y algún mínimo de referencia del punto de vista jurídico» , añadió el presidente de Uruguay.
El mandatario uruguayo había mostrado su disposición a finales de marzo a colaborar en el cierre de la prisión de Guantánamo, creada por el presidente George W. Bush en 2002 para mantener fuera de las protecciones legales que rigen en los tribunales federales estadounidenses a los sospechosos de pertenecer a Al Qaeda.