Denuncian que hay casos sospechosos de Covid-19; la empresa no quiere suspender la producción
Mérida, Yucatán, 30 de abril de 2020.- En medio de la contingencia y pese a los llamados de las autoridades estatales a cerrar los negocios o establecimientos no indispensables, la empresa Rafisacos S.A. de C.V. se niega presumiblemente a seguir las recomendaciones para mitigar el Covid-19, e incluso no proporciona las medidas higiénicas básicas entre su plantilla laboral.
La compañía se ubica en el kilómetro veinte de la carretera Mérida-Motul, justo en la entrada del municipio de Baca, se especializa en la producción de costales, tiene tres turnos y alrededor de tres mil empleados.
Carlos Yam Puc, originario de Dzemul, relató que Rafisacos S.A. de C.V. no dispone de ningún filtro sanitario en las entradas ni salidas, no verifican la temperatura corporal de los empleados y tampoco hacen entrega de cubrebocas, ni guantes.
Aseveró que hay varios casos sospechosos de coronavirus y que una empleada fue puesta en cuarentena después del fallecimiento de su hermana por coronavirus hace unos días.
“Necesitamos que las autoridades vengan a supervisar, el personal está preocupado por su salud, sin embargo, los jefes dicen que no piensan suspender la producción un solo día de la cuarentena”, explicó.
Agregó que entre los empleados también hay personas de la tercera edad y que son ellos los más vulnerables.
“Sabemos que las autoridades de salud hacen un valioso esfuerzo para que los hospitales no se saturen y que no muera mucha gente, pero este tipo de empresas contradicen esas acciones”, añadió.
Manifestó que el sistema de producción es de cuatro fases: el área de hilos, el telar, la impresión y la formación de sacos, “a fuerza, el mismo producto pasa por diversas manos y eso aumenta el riesgo de un contagio”.
Ante su preocupación, explicó que algunos empleados fueron a solicitar ayuda a la alcaldesa de Baca, Guadalupe Marisol Pech Basto, sin embargo, les respondió que ella no tiene facultades para cerrar temporalmente la empresa.
Por último, pidió a las autoridades estatales atender el caso, afirmó que los empleados se sienten abandonados y que los directivos se aprovechan de la lejanía del lugar, sobre todo porque nadie los ha denunciado.
Javier Escalante Rosado