Experto señala la falta de justicia en hechos de represión del pasado
Ciudad de México, 10 de junio de 2016.- Existen acontecimientos en la historia de México que quedan marcados y pareciera que, por tener algunas similitudes, se convierten en cíclicas. Uno de ellos es esta fecha, el día del “Halconazo”, en la que hace 45 años una manifestación se convirtió en una tragedia para el país.
El 10 de junio de 1971, tres años después de la matanza de 1968, jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se unieron desde la Ciudad de México a la lucha de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) la cual había vivido una serie de conflictos internos.
A finales de 1970 la UANL modificó sus estatutos en que les daba mayor participación a los estudiantes y maestros para elegir al rector, de esta forma llegó en 1971 Héctor Ulises a dirigir la universidad. No gustándole al gobierno estatal redujo el presupuesto a la institución y pidió hacer una nueva ley a fin de eliminar la autonomía.
Esta decisión provocó una huelga estudiantil apoyada por la UNAM y el Politécnico y quienes habían convocado a una manifestación este día pero hace 45 años.
Con el objetivo de resolver este conflicto la Secretaría de Educación Pública (SEP) intervino entre las negociaciones del gobierno estatal y el 5 de junio entró en vigor una nueva ley orgánica que resolvía el conflicto. Sin embargo la marcha siguió en pie.
De acuerdo con el doctor Jorge Alberto Rivera, el gobierno de Luis Echeverría –el cual inició el 1 de diciembre de 1970- llegó con una política de apertura para los jóvenes universitarios.
El doctor Rivera afirmó que nunca se hizo una investigación seria e incluso en la actualidad apenas sólo se hizo un intento.
“Han quedado totalmente impunes; también los culpables de 1968, como los movimientos ferrocarrileros de 1958, el movimiento de Raúl Jaramillo en 1961, el movimiento de los médicos, es una cadena de acontecimientos que han quedado impunes”, expuso. (Excésior)