El gobernador del organismo ha anunciado la rebaja de las exigencias de capital a los bancos
Londres, 05 de julio de 2016.- El Banco de Inglaterra anunció hoy un relajamiento de los requisitos de capital a los bancos británicos para fomentar el crédito y apuntalar la economía en un momento de «desafíos», tras el voto favorable al Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), del pasado 23 de junio.
El gobernador, Mark Carney, reconoció en una rueda de prensa que los riesgos que conllevaba ese resultado en el referéndum «están empezando a cristalizar», si bien aseguró que la entidad está preparada para actuar «como sea necesario». En su informe bianual sobre estabilidad financiera, la institución explica que, como medida de contingencia, relajará las exigencias de capital de reserva a los bancos del Reino Unido para que puedan prestar hasta 150.000 millones de libras (177.000 millones de euros) más a los hogares y a los negocios.
El Comité de Política Financiera ha acordado reducir de 0,5 a 0 % «con efecto inmediato» el ratio de capital de reserva contracíclico exigido a los bancos, lo que liberará 5.700 millones de libras (o 6.700 millones de euros), que permitirán aumentar la capacidad de préstamo hasta unos 150.000 millones de libras. Carney afirmó que esta medida, que estará en vigor hasta junio de 2017, beneficiará a tres cuartas partes de los bancos, responsables de un 90 % del crédito a la economía, al darles «más flexibilidad» en la gestión de sus fondos.
El gobernador recordó además que el banco central ya anunció que pondrá a disposición del sector bancario 250.000 millones de libras (295.000 millones de euros) de capital adicional para facilitar su financiación. Carney reiteró que la institución dispone también de reservas en moneda extranjera que puede prestar a las entidades y en las próximas semanas revisará su política monetaria.
El banco indicó hace unos días que no descarta un próximo recorte de los tipos de interés, que están en el mínimo histórico del 0,5 % desde marzo de 2009, y la ampliación de su programa de expansión cuantitativa, cifrado en 375.000 millones de libras (442.000 millones de euros). En su informe, el Banco de Inglaterra sostiene que, a pesar de la caída de la libra hasta mínimos en tres décadas y la depreciación en un 20 % de los títulos de los bancos, el sector bancario nacional está demostrando «resistencia» y no hay por ahora indicios de problemas crediticios.
No obstante, enumera una serie de riesgos derivados del Brexit, como el incremento del déficit de cuenta corriente -que actualmente equivale al récord del 6,9 % del producto interior bruto (PIB)- por la caída de la inversión extranjera. También supone un peligro el descenso del precio de la propiedad inmobiliaria y el aumento de la carga de deuda de los hogares, que serán más vulnerables al desempleo y a la subida del coste de los préstamos, señala.
El Banco de Inglaterra prevé además un periodo de inestabilidad financiera y la ralentización de la economía global por el efecto del Brexit. «Habrá un periodo de incertidumbre y ajuste tras el resultado del referéndum. Llevará tiempo que el Reino Unido establezca una nueva relación con la Unión Europea y el resto del mundo», dice en el documento. «Se espera cierta volatilidad de los mercados y económica durante ese periodo», añade la entidad.
Los mercados financieros han experimentado jornadas de gran inestabilidad desde el voto favorable a la salida de la UE. La libra esterlina cayó este martes a cotas mínimas en tres décadas al depreciarse un 1,8 % frente al dólar, hasta 1,3113 dólares, por debajo de los 1,3118 dólares que alcanzó el lunes posterior al plebiscito. Sin embargo, la moneda británica se apreció, hasta 1,3137 dólares, tras el anuncio del banco central.
La incertidumbre afectaba también a la Bolsa de Londres, que presentaba grandes oscilaciones después de que la firma de gestión de fondos Standard Life detuviera temporalmente la cotización de su fondo inmobiliario para frenar la retirada masiva de capital. (El País)