A pesar de la presencia de nubarrones, el fenómeno de luz y sombra pudo apreciarse en la zona arqueológica.
Chichén Itzá, Yuc. 21 de marzo de 2014.- Aunque la presencia de nubarrones ocasionaron que por breves minutos se temiera que el descenso de Kukulkán se frustraría en la zona arqueológica de Chichén Itzá, finalmente alrededor de las 5 de la tarde, los rayos solares permitieron que en el castillo principal de esta legendaria zona maya, se observara el fenómeno de luz y sombra que asemeja el descenso de una serpiente emplumada.
Cuando el reflejo del sol sobre los triángulos isósceles de la pirámide permitieron que se apreciara el fenómeno, fue motivo para los aplausos de la concurrencia, que vio así un año más del equinoccio de primavera en este lugar, en medio de cánticos y bailables, así como de cientos de manos alzadas hacia el sol en busca de llenarse de energía y positividad según las creencias mayas.
Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), no dio cifras oficiales, autoridades policiacas y del Patronato Cultur que administra las zonas mayas, calcularon entre 15 y 20 mil asistentes por segundo día consecutivo. Este jueves, día en que formalmente inició el ciclo de la primavera, también se presenció el fenómeno pero de manera intermitente.
Contrario a lo que se pensaba, no hubo necesidad de vigilancia extraordinaria en la zona maya, pues se permitió el acceso a más de 150 artesanos que a lo largo y ancho del sitio arqueológico pudieron colocarse con sus improvisados puestos de venta. Desde mascarones tallados en madera, hasta adornos de plata, camisetas, sombreros y todo tipo de recuerdos de Chichén Itzá.
Desde temprana hora se organizaron recorridos y tours para visitar los templos y el cenote sagrado, para alrededor de las 3:40 de la tarde prepararse para ver el inicio del fenómeno de luz y sobra en la pirámide principal.
Al concluir el descenso de Kukulkán, artesanos y visitantes fueron desalojados se la zona arqueológica antes de las 18:00 horas, plazo fijado por las autoridades del lugar para el cierre total del recinto maya. (Yazmín Rodríguez, foto Lorenzo Hernández)