De tierrero a caballo de Polo

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Ayuntamiento donó un equino que rescató hace unos meses, luego de mejorar su salud

 Mérida, Yucatán, 04 de agosto de 2016.- De caballo tierrero a corcel de Polo es la transición por lo que pasó el día de hoy un cuadrúpedo al ser donado por el Ayuntamiento de Mérida al “Yucatán Polo Club” de Komchén.

El primero de agosto, en la calle 48 del segundo cuadro de la ciudad, fue decomisado un caballo de su anterior dueño, gracias a una denuncia ciudadana, pues el animal se encontraba en condiciones deplorables, con lesiones abrasivas en músculos y piel, cien kilógramos por debajo de su peso y en extrema deshidratación.

Es por esto que un Juez Calificador dictaminó que el equino no se devuelva a su ex-propietario, pues éste no pudo acreditar que mantendría en buenas condiciones al animal y que no lo volvería a utilizar para tirar de la carreta para tierrero, acción ilegal en Mérida.

Después de la llamada que dio píe al decomiso del animal, el caballo ingresó al Centro de Control Animal de Mérida (Cenca) en menos de cuatro horas, en dónde de inmediato comenzaron sus cuidados intensivos, con vitaminas, desparasitantes, antibióticos y demás curaciones, además de alimentos especiales para equinos convalecientes y desnutridos, aunado al agua limpia, cariño y caminatas. Al cabo de dos meses, el cuadrúpedo ya se encuentra, incluso, pasado de peso.

“En sí lo que este animal necesitaba era descanso, buena alimentación  y cuidados de médicos veterinarios”, explicó Javier Ortiz Palma, responsable del Cenca.

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Pero a pesar de esto, el caballo aún es algo tímido, pues no ha tenido contacto cercano con las personas, como lo tiene uno de cabalgadura, de monta, de tiro, de salto o equitación, pues éste era maltratado, obligado a arrastrar una carreta a golpe de fuete.

Por tal motivo se le cuestionó a Javier Ortiz, quien también es veterinario, si todo esto no perjudicaría en el desarrollo del caballo para la práctica del deporte de Polo, pues el alcalde, Mauricio Vila, dijo que interactuaría con niños.

“Eso hace que el animal no tenga un comportamiento tan afectivo, pero no lo podemos saber hasta el momento en que se entrene, creo que es evolutivo, que el animalito empiece a mejorar su actitud, con más contacto con la gente, afecto con base a un entrenamiento especializado  en forma, será cuando se podrá saber cuál es su potencial”, respondió.

Además, al respecto agregó que a sus cuatro años sigue siendo un caballo “virgen” porque su vida fue jalar una carreta, y que sólo con cariño y poco más de afecto se podrá alcanzar el objetivo en el Club de Polo, pues según explicó el veterinario “es una especie parecida al perro, que se identifica mucho con el dueño”.

Sin embargo, no le perjudicará que lo cambien de dueño, por lo menos por tercera vez, pues mientras mejor se le trate y si tiene un trato más directo y personalizado se logrará que el animal, por su temperamento e inteligencia propia de la especie, pueda mejorar sus relaciones.

“Paluzo”, nombre del animal, es un caballo criollo café de aproximadamente cuatro años de edad y pesa 500 kilos, y para alcanzar sus óptimas condiciones, se invirtió en él entre 25 y 27 mil pesos en los dos meses y medio que estuvo bajo el resguardo del Cenca, dio a conocer Raúl Arturo Mendoza Güemes, jefe de Inspección Ambiental de Servicios Públicos Municipales.

Pero aclaró que el gasto no fue mucho a comparación con lo que cuesta mantener a un equino, pues gracias a descuentos que le dan proveedores de alimentos e incluso donaciones de corporaciones y mismos ciudadanos es que no se generó mayor derroche. Eso sí, Raúl Mendoza dijo que “todo lo que se tenga que gastar para ayudar al animalito se va a hacer”.

El inspector reveló que las condiciones de vida que Paluzo tendrá en su nuevo establo serán muy similares a las del Cenca, con la diferencia de que es un lugar abierto de 400 hectáreas. Aclaró que el motivo principal de la donación es porque la ley Protectora de Fauna del Municipio de Mérida así lo indica, pues la norma pide que se promueva la adopción de animales.

En otro sentido, se aprovechó la oportunidad de estar en lo que anteriormente era llamada “La Perrera Municipal”, para pedir información de los perros que tienen en resguardo, pues durante el discurso del alcalde se escuchaban fuertes ladridos.

Los responsables del albergue animal explicaron que tiene capacidad para cerca de 60 perros a la vez, y que en los últimos dos años han donado más de mil 300 canes.

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A esto agregaron que buscan una rápida adopción para cada uno de ellos, pues en todo momento llegan nuevos perros de todo Mérida y sus comisarías, animales callejeros así como abandonados y extraviados.

A esta información revelaron desconocer cuándo gastan en su mantenimiento, pero dieron el dato de que utilizan cerca de dos o tres sacos de 20 kilos de alimento al día para sustentar a los más de 60 perros que tiene bajo su custodia.

Por último, el inspector Raúl Mendoza aseguró que no sacrifican a ningún animal, a menos que su situación médica así lo requiera, o que las enfermedades con las que llegan no se puedan curar al momento y atenten contra la salud de los ciudadanos. (Edoardo Manzanilla)