Darán nuevo impulso a la Ruta Puc

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Investigación del INHA revela que momias de Santa Elena se momificaron de forma accidental. Se especuló que fueran los “enanos de Uxmal” o cuerpos de “aluxes”.

Mérida, 18 de enero de 2014.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trabaja en la elaboración de un plan de manejo y operación de las zonas arqueológicas de Yucatán, con lo cual tendrán mayores y constantes trabajos de investigación, restauración y mantenimiento.

Esta tarea incluye a la ruta Puuc, en el sur del Estado, cuyo plan de manejo se está integrando junto con las demás zonas para conjuntar esfuerzos con el Gobierno del Estado y de los municipios.

Es un esfuerzo sin precedente que se pretende culminar este año, informó el director del Centro INAH-Yucatán, Eduardo López Calzada, quien indicó que estos planes permiten diseñar un esquema de trabajo con las comunidades en orden y con planificación.

Con lo anterior se pueden fijar criterios que permitan a las comunidades generar oportunidades de empleo, por ejemplo mediante las actividades turísticas o el empleo temporal en la zona, indicó.

El funcionario federal fue entrevistado previo a un recorrido por la ruta Puuc, donde se localiza el municipio de Santa Elena –a 100 kilómetros de Mérida- y que es conocido por un museo que exhibe cuatro cuerpos momificados.

López Calzada mencionó que son ocho zonas arqueológicas en la ruta Puuc que tienen un plan de largo plazo de cinco a 10 años de trabajo constante para mejorar todo el entorno, que incluye limpieza y buena presentación de los sitios.

Así pudo constatarse en una visita a Santa Elena, cuyo museo se encuentra junto a la iglesia de San Mateo. La casa cural fue restaurada en 2009 para albergar a las momias que se encontraban bajo resguardo del INAH.

Los cuerpos momificados fueron hallados en 1980, cuando se cambiaban los pisos de la iglesia, cerca del altar. Ahí se encontró un pequeño basamento y, al removerlo, fueron encontrados 12 ataúdes con cuerpos de infantes.

En ese entonces se especuló que se trataban de “los enanos de Uxmal”, o eran cuerpos de “aluxes”, dada su cercanía con dicha zona arqueológica.

Las 12 cajas fueron extraídas, de las cuales rescató cuatro el INAH, que trasladó a sus laboratorios para estudiar los cuerpos.

De los restantes, cinco fueron enterrados de nuevo y tres se llevó la autoridad forense del Estado. Las momias tienen una antigüedad de principios del siglo XIX, se estima cerca del año de 1865.

Los cuatro cuerpos son de niñas, cuya momificación se dio en forma accidental, pues no fueron embalsamados, sino que se conservaron a través de los años debido a los componentes con los que fueron inhumados.

El arqueólogo José Huchim Herrera explicó que la fosa donde se colocaron las cajas estaba cubierta con cal y en el interior de los ataúdes se puso una cama de hojas de roble.

Esos factores contribuyeron al proceso de momificación, pues la cal mantuvo seco el ambiente y las hojas de roble contienen taninos, que es una sustancia antioxidante que evita la aparición de hongos.

Además las cajas de madera no estaban bien selladas en sus uniones, lo que permitió que los líquidos se escurrieran y no se descompusieran juntos con los cuerpos.

Se estima que la edad de las niñas fluctuaba entre los 5 y 8 años de edad al momento de su muerte, por la talla, tipo de piel y dentadura, entre otras características.

Se cree que murieron víctimas de una enfermedad colectiva, probablemente viruela, ya que desde los siglos XVI hasta principios del XIX había epidemias en la región, donde el agua era de lluvia y se extraía desde pozos muy profundos.

La investigación del INAH expone que probablemente eran de origen alemán, ya que personas provenientes de Hamburgo llegaron a Santa Elena y se integraron a la comunidad, donde tuvieron hijos.

Lo que es un hecho es que pertenecían a una clase social alta. “Tal vez fueron hijos de algún potentado de esa época, pues tuvieron el privilegio de ser enterrados en la iglesia y vestían ropones con gorritos”, expone el arqueólogo del INAH.

Las cajas halladas estaban pintadas en color blanco, con diseños geométricos de colores y dibujos de flores.

“Tanto las cajas como la calidad de la vestimenta nos indican que era gente pudiente”, explica Huchim Herrera, quien añade que cada determinado tiempo se realizan trabajos de restauración a las piezas en el museo.

En el Museo de Santa Elena se pueden encontrar áreas de exposiciones temporales de arqueo-astronomía y una habitación dedicada a mostrar el sistema de enterramiento prehispánico, con los elementos acomodados tal como lo hacían los mayas antiguos.

Al museo también se han integrado objetos mayas, como vasijas que han encontrado los vecinos, o reproducciones de deidades y otros elementos.