Hace 27 años el guitarrista Keith Richards pudo haber cambiado la actualidad política de EU tras un altercado con el magnate.
Ciudad de México 21 de marzo de 2016.- El mítico guitarrista de The Rolling Stones, Keith Richards, estuvo muy cerca de cambiar para siempre la historia política de Estados Unidos hace 27 años cuando amagó con apuñalar con su propio cuchillo a Donald Trump, hoy aspirante a la candidatura republicana a la Casa Blanca, quien por cierto nunca ha sido del agrado del veterano músico de 72 años.
Resulta que en 1989 la banda británica de rock se encontraba en Atlantic City, la última parada de su gira mundial «Steel Wheels» y su tour mánager Michael Cohl, quien difundió la anécdota, quería llevar este concierto a la modalidad «pago por evento» y así lograr que «Sus Satánicas Majestades» se embolsaran más dinero.
Pero para lograrlo se necesitaba que alguien con una millonaria chequera financiara el proyecto «pay per view» y ese personaje terminó siendo el polémico magnate Trump.
Según reveló Cohl, la desconfiaza que los Stones tenían hacia alguien con una inexplicable y ascendente fortuna se disipó al establecer estrictas condiciones a Trump, siendo una de estas la prohibición de que asistiera al concierto y ofreciera ruedas de prensa, todo ello para su beneficio personal.
Sin embargo y a pesar de las advertencias, el actual precandidato republicano hizo caso omiso y anunció que habría una conferencia de medios en la misma habitación de los Stones, algo que Cohl le solicitó cancelar de inmediato.
«Vamos Donald, ¿qué haces? Tú prometiste que ni siquiera estarías aquí y que no harías este tipo de cosas…», le dijo el mánager al empresario
Según Cohl hubo innumerables intentos por hacer que Trump abandonara el lugar y cancelara la conferencia, pero no lo hizo, hasta que colmó la paciencia de Keith Richards, quien lo amenazó con su cuchillo.
«¿Qué demonios tengo que hacer? Uno de nosotros debe de abandonar el edificio… Es él o nosotros», gritó el enfurecido guitarrista mientras amagaba su cuchillo.
Lo que hubiese cambiado la historia del rock y de los Estados Unidos, si aquel día Richards hubiese perdido el control. Para bien o para mal, muchas cosas serían diferentes a las de hoy. (Sipse)