El gigante asiático se niega a cumplir demandas de Norteamérica para establecer relaciones comerciales.
Beijing, China, 8 de mayo de 2019.- El cable diplomático de Beijing llegó a Washington en la noche del viernes, con ediciones sistemáticas a un borrador de acuerdo comercial de casi 150 páginas que haría estallar meses de negociaciones.
Fue una forma de volver a poner en tela de juicio a todo lo avanzado en las complicadas negociaciones entre las dos principales potencias económicas del mundo. El gobierno de Donald Trump reaccionó con molestia y la tensión hizo temblar a las bolsas de todos los continentes.
El documento estaba plagado de reversiones por parte de China que socavaron las demandas centrales de Estados Unidos, según informaron a Reuters fuentes del gobierno estadounidense y otras tres del sector privado conocedoras de las conversaciones.
En cada uno de los siete capítulos del borrador, China eliminó sus compromisos de cambiar las leyes para resolver las quejas principales que llevaron a Estados Unidos a iniciar la guerra comercial: robo de propiedad intelectual y secretos comerciales estadounidenses, transferencias forzadas de tecnología, política de competencia, acceso a los servicios financieros y manipulación cambiaria.
Según se conocía hasta unos días atrás, solo estaba pendiente la discusión por el método de revisión de cumplimiento del acuerdo. Pero China decidió cambiar puntos que, se supone, ya estaban definidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respondió en un tuit el domingo en el que prometió aumentar los aranceles del 10 al 25 por ciento a productos chinos valorados en 200,000 millones de dólares este viernes, en vísperas de la visita programada del viceprimer ministro chino Liu He a Washington para continuar las negociaciones.
Una fuente del sector privado informada sobre las reuniones dijo que la última ronda de negociaciones no fue muy buena, ya que “China se puso codiciosa”.
“China renegó de una docena de cosas, si no más (…) Las conversaciones fueron tan mal que la verdadera sorpresa fue que Trump tardara hasta el domingo para estallar“, indicó la fuente.
“Después de 20 años haciendo lo que quiere con Estados Unidos, parece que China sigue fallando en sus cálculos con este gobierno“, agregó.
Agencias