Manama y Jartum anuncian la ruptura de relaciones diplomáticas, mientras que Abu Dhabi dijo que se enfocará sólo en las relaciones comerciales con Teherán.
MANAMA. 04 de enero de 2016.- Los gobiernos de Bahrein, Sudán y Emiratos Árabes Unidos cerraron filas con Arabia Saudita y también rompieron relaciones diplomáticas con Irán, agravando la crisis generada por la ejecución de un clérigo chií en Riad.
El Gobierno de Bahrein dio 48 horas de plazo para que los diplomáticos iraníes abandonen el país, informó la agencia oficial bahreiní de noticias, BNA.
El Gobierno explicó en un comunicado que tomó esta decisión en respuesta a «la flagrante y peligrosa injerencia» de Irán en los asuntos internos de Bahrein y de los demás países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por los seis países árabes de la zona, incluida Arabia Saudita.
Manama denunció los «ataques cobardes» contra la Embajada saudí en Teherán y el consulado de Mashhad, los cuales son «un reflejo de las políticas sectarias» iraníes respecto a las que «no se puede guardar silencio» y que hay que «enfrentar con toda la fuerza» para «preservar la seguridad y la estabilidad» de la región.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Sudán anunció que rompe las relaciones diplomáticas con Irán «de forma inmediata» y «en solidaridad con el Reino de Arabia Saudí», informó la agencia oficial de noticias Suna.
En un comunicado, el Departamento de Exteriores dice que detrás de esta decisión está el «asalto brutal a la embajada saudí en Teherán y su consulado en Mashhad», que tuvieron lugar en la noche del sábado al domingo.
La decisión se enmarca en la tensión entre los países suníes y chiíes del Golfo pérsico generada por la ejecución del clérigo chií Nimr Baqir al Nimr en Arabia Saudí el pasado sábado.
A su vez, la agencia de noticias estatal emiratí reportó el lunes que Emiratos Árabes Unidos (EAU) anunció la reducción de lazos diplomáticos con Irán.
El comunicado detalló que EAU reducirá sus relaciones diplomáticas para enfocarse sólo en las relaciones comerciales entre la federación del Golfo Pérsico e Irán debido a la «continua interferencia de Irán en el Golfo y los asuntos internos de los países árabes».
Arabia Saudita había anunciado ayer la ruptura de las relaciones con Irán tras el asalto a sus legaciones diplomáticas el sábado por la noche, dentro de las protestas por la ejecución del clérigo opositor chií Nimr Baqir al Nimr en Arabia Saudita ese mismo día.
El Gobierno saudí ha dado un plazo de 48 horas al embajador iraní y el resto del personal diplomático en Riad para abandonar el país, y ha retirado a sus representantes en Irán.
Riad responsabilizó al Teherán de los ataques contra sus legaciones y dijo que el «discurso oficial iraní» fue «el instigador» de los mismos.
El pasado mes de octubre, Bahrein retiró a su embajador en Teherán, al tiempo que expulsó al encargado de negocios iraní en Manama, en protesta por la «permanente injerencia iraní en los asuntos internos de Bahrein».
El pequeño país del Golfo, cuya población es mayoritariamente chií, está gobernado por una monarquía suní que ha acusado reiteradamente a Irán de apoyar a la oposición interna en sus demandas de mayor democracia y derechos para los chiíes.