El escritor Gerald Martin, aseguró que prepara otra biografía de “Gabo” con mucha información recopilada por años.
Bogotá, 20 de abril del 2014.- El biógrafo del fallecido escritor Gabriel García Márquez, Gerald Martin, anunció que prepara un nuevo libro sobre la vida del novelista, a quien definió como “el más grande después de (Miguel de) Cervantes”.
En una charla con el diario El Tiempo, cuyo contenido fue publicado este domingo en un cuadernillo dedicado al Nobel de Literatura, Martin aseguró que prepara otra biografía de “Gabo” con mucha información recopilada por años.
“Estoy preparando otra biografía de Gabo. En la actual solo usé un tres por ciento de la información que recopilé. Le debo al mundo todo eso”, sostuvo el hombre que persiguió de manera incansable a García Márquez para plasmar su vida.
Recordó que el escritor le preguntó un día “¿Por qué quieres escribir una biografía si las biografías significan la muerte? Además, no vas a poder decir todo lo que quieres”, le expresó el Nobel colombiano ante su insistencia.
“Entonces, yo le contesté que lo publicaría en la segunda edición después de su muerte, y eso, en vez de enajenarlo, le gustó. Creo que pensó que era una persona sincera. Yo siempre trabajé con buena fe. Hoy es un día muy triste”, apuntó.
Y así fueron mil 196 notas, 300 entrevistas, más de dos mil páginas y 17 años obsesionado con García Márquez, añadió la publicación colombiana en su extenso artículo dedicado a “Gabo”, luego de su muerte en México el jueves anterior.
En la charla con el diario, Martin manifestó que le habían dicho que el novelista “era difícil, vanidoso, imposible de llegar a él, pero no era cierto, García Márquez era la persona más normal del mundo, mamagallista y al mismo tiempo genial”.
Su último encuentro fue agridulce y, como un cierre, ocurrió en La Habana, el mismo lugar donde se conocieron. Hace ya tres años y medio. Gabo ya estaba enfermo, recordó el biógrafo y catedrático británico.
“No tenía sentido seguirlo molestando. Hablamos de todo. Aunque ya estaba perdiendo la memoria, había leído el libro y recordaba algunas cosas que no le gustaban. Me dijo que algunas le herían un poco, que había errores que corregiría”.
Que “los hablaríamos después con un whisky”, cuenta. Pero ese trago, dice Martin, nunca se dio.