Sin embargo, no se esperan incrementos en los servicios y productos, al menos de manera inmediata
Mérida, Yucatán, 03 de febrero de 2017.- El nuevo incremento la tarifa de la energía eléctrica para el sector industrial y comercial -del 8 al 12 por ciento- anunciado hace unos días por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), representa un nuevo desafío para los comerciantes, pues se suma al alza a los combustibles, señaló el Presidente de la Cámara Nacional del Comercio en Mérida (Canacome), Juan José Abraham Daguer.
“Por supuesto que es un reto que se suma, vemos que se siguen sumando aumentos que presionan desde luego a los costos operativos de las empresas, presionan los márgenes de utilidad”, indicó el Presidente de la Canacome.
No obstante, precisó que no se espera que estas alzas se reflejen en un incremento a los precios de los servicios que las empresas brindan, por lo menos “no de manera importante y rápida” pero insistió “desde luego es un obstáculo, un reto más a superar”.
La CFE anunció un incremento a las tarifas industriales de entre 13.3 por ciento y 17.2 por ciento para el mes de marzo. Para los comercios se informó sobre un aumento de entre 8 por ciento y 12.1 por ciento.
La justificación fue el alza a los combustibles, debido a que el gas natural es utilizado para la generación de energía eléctrica.
Al respecto, el líder empresarial indicó que “se supone” que cuando entren en función los Parques de Energía Eólica en Yucatán bajaría de manera importante el costo de la producción, lo que repercutiría en reducir significativamente el precio a la tarifa de cobro.
Ante la situación, sugirió a los empresarios a cambiar “en la medida de lo posible” a fuentes ahorradores de electricidad, como por ejemplo los focos LED o en todo caso a los de tecnología fluorescente, así como – el que tenga la posibilidad – instalar un sistema de generación de energía eléctrica, y darle constante mantenimiento a los vehículos.
En su momento Abraham Daguer habló sobre las afectaciones al comercio por el gasolinazo, explicando que habría incremento de precios e impactos al sector por cuestiones de traslado de productos.
Esto se viene a sumar al incremento a la energía, y a las medidas “anti-naftas” (por sus siglas en inglés, Tratado de Libre Comercio con América del Norte) de Trump, ya que a pesar de que el presidente del país vecino ha sido inconsistente con sus decisiones, sus amenazas comerciales contra México generan desconfianza, y eso reduce el ritmo de inversiones, el ritmo de compra de los hogares, impactando de manera directa e indirecta a las empresas.
Eso sí, Abraham daguer dejó en claro que esa situación no está al cien por ciento en manos del Gobierno Federal, pero eso no implica que no se preparen medidas para tener una buena oferta, una correcta estrategia, un buen plan de negociación o renegociación del TLC, y «tener una postura clara e inteligente hacia Estados Unidos». (Edoardo Manzanilla)