Ambos incendios «se unieron» en la Reserva Estatal, pero reportan un avance del 75 por ciento en la liquidación del fuego. No hay afectación a la biodiversidad
Mérida, Yucatán, 1 de octubre del 2016.- El gerente nacional de Protección Contra Incendios Forestales de la Conafor, Alfredo Nolasco Morales, informó que los dos incendios forestales, el de Dzilam de Bravo y el de San Felipe, afectaron mil 583 hectáreas de vegetación en la Reserva Estatal de Dzilam, y que en este momento tienen un avance de liquidación del fuego de un 75 por ciento.
En conferencia de prensa, señaló que el siniestro está controlado al 100 por ciento, es decir, está confinado y no crecerá más en cuanto a la superficie, pero no se ha apagado por completo, se mantiene encendido en algunas partes de la zona.
Recordó que el primer incendio inició el pasado 22 de septiembre y lograron extinguirlo el 27, sin embargo, al día siguiendo comenzó el de San Felipe, hasta que el 29 de este mes “se unieron” ambos siniestros.
El fuego de Dzilam de Bravo consumió mil 652 hectáreas y el de San Felipe hasta el momento 318 hectáreas. Había una distancia entre ambos eventos de aproximadamente un kilómetro y medio, hasta que hace unos días formaron un solo complejo en el centro de la Reserva Estatal.
Nolasco Morales, quien llegó a Yucatán a sumarse a los esfuerzos para controlar el incendio en esa región, explicó que la afectación representa sólo el 2 por ciento del total del polígono de esa área protegida, que es de 69 mil hectáreas.
Dijo que ha dañado ecosistemas de pastizales tular y navajuela, que tienen la capacidad de recuperación en un plazo muy corto, de tres a cinco meses, “por lo que no existe afectación a la biodiversidad”.
Además, indicó que tampoco se afectó la fauna, ya que no estamos en época de anidación de aves exóticas o endémicas, ni de anfibios. Pero sí son tiempos de crianza de cocodrilos, pero esas especies se protegen en los petenes y en el espejo de agua –que está en esa zona- que supera los 50 centímetros de profundidad.
El funcionario de la Conafor informó que inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ya se encuentran en la región afectada para investigar la causa de los incendios, pero adelantó que según los primeros datos recabados, pudo ser provocado por el uso de fuego para la captura de cangrejo azul vivo, que se utiliza con fines de carnada en la pesca de pulpo.
En ese sentido, señaló que no tienen conocimiento que los siniestros iniciaron por la presencia de sancochaderos clandestinos de pepino de mar.
Al explicar que tienen un avance del 75 por ciento en el proceso de liquidación del siniestro en la Reserva Estatal, Nolasco Morales declaró que en los próximos tres días continuarán con las descargas del aditamento Helibalde utilizando aeronaves de las Fuerzas Armadas.
Aclaró que decidieron emplear el combate aéreo del siniestro, debido a que por la presencia de combustibles finos de los pastizales tular y navajuela que favorecen la propagación del fuego, y el espejo de agua que supera los 50 centímetros de profundidad, ponen en riesgo la seguridad del personal que realiza trabajos de mitigación.
“Técnicamente, por el factor de inseguridad, decidimos que la estrategia sea ataques aéreos, porque nuestra prioridad es cuidar al personal”, agregó, al recordar que en las acciones de combate participan 104 hombres de Conafor, 46 de la Secretaría de la Marina, 185 del Ejército y 9 de la Conanp.
Nolasco Morales sostuvo que detuvieron el avance del incendio a través de una “línea húmeda” de agua y espuma en un estrecho de dos petenes, y que de no hacerlo, el fuego pudo devorar mil 500 hectáreas más. (Herbeth Escalante)