Cinco reos saldrán por unas horas del penal de Santa Martha para ofrecer una función de teatro en el Foro Shakespeare
México, 4 de septiembre de 2017.– Por primera vez en Latinoamérica un grupo de reclusos de un centro penitenciario, en este caso el de Santa Martha Acatitla, podrá salir por unas horas para presentar la puesta en escena Esperando a Godot, y con ello demostrar que el arte y la cultura son capaces de rehablitar a quienes han cometido un delito.
El proyecto, encabezado por José Carlos Balaguer, director del Centro Cultural Autogestivo el 77, hará historia al presentarse el 8 de septiembre a las 20:00 horas en el Foro Shakespeare de la Colonia Condesa.
“Desde hace nueve años el Foro Shakespeare comenzó la aventura de reinserción social a través de la cultura, así dimos un pequeño taller de teatro que duraría unos meses, sin embargo nos encontramos con una realidad bastante compleja, porque son personas que trasgredieron la ley pero que tenían mucho talento y a las que debíamos darle un motivo para cambiar.
“Sobre todo porque hablamos mucho de la violencia, pero no nos ocupamos de trabajar con esa misma violencia.
No justifico lo que hicieron, pero sí es motivo de reflexión. Nos dimos cuenta que la cultura funciona muy bien para reubicarlos y desde entonces dos veces al mes llevamos público a que disfrute de obras en las que participan los reos”, comentó Balaguer.
Sin embargo, el proceso de sacar a reclusos del centro penitenciario para que ofrezcan una función en un escenario teatral, es un hecho inédito en Latinoamérica.
“A nivel regional sí puedo decir que somos los primeros en hacer algo así.
En países de Europa, como Alemania, sí han sacado a una compañía de teatro penitenciario a ver una función e incluso a darla, pero nosotros estamos poniendo la pauta aquí en México, para que se entienda que hay cosas buenas y que se puede enderezar el camino”, aseguro el director.
Las obras que generalmente se montan dentro del penal de Santa Martha Acatitla involucra 20 presos en escena, aunque esta ocasión serán sólo cinco quienes representen la obra original de Samuel Beckett.
Los trámites para conseguir el permiso de salir del penal, así como la logística de la función y el plan de seguridad, tomaron más de un año.
“Tuvimos que pensar en una obra en la que participan pocos presos, además conseguimos el apoyo del sistema penitenciario que ha favorecido este proyecto.
“El proceso fue muy largo desde meter la solicitud al propio sistema, a la Secretaría de Gobernación, PGR, etc.
“En cuestión de seguridad tendremos un despliegue de policías muy importante.
El teatro sólo estará abierto para esta función. Se venderán 200 boletos nada más y los chicos llegarán custodiados, estarán supervisados a lo largo de la obra y volverán a su centro resguardados”, adelantó Balaguer.
Añadió que no teme que los actores reclusos tengan la idea de escapar porque su mentalidad ya es otra.
“Ellos pertenecen a mi compañía y los conozco perfectamente y sé que, antes de pensar en fugarse, les interesa compartir un momento de libertad con su gente, sus seres queridos que estarán en la función.”
Queremos dar el mensaje positivo que uno puede cambiar y que es muy importante la participación de la sociedad civil con las instituciones gubernamentales para la rehabilitación de personas que cometieron errores ”, concluyó el responsable del montaje.