A 13 años de su partida, la filosofia no política, sino de vida que tuvo el ex gobernador Víctor Cervera Pacheco, pareciera que no tuvo mucho eco en muchos de los priistas del presente, quienes no han seguido en buena medida, las enseñanzas del político priísta visionario y que logró la modernización del Estado con obras como el puerto de Altura de Progreso, que ahora es la salida y entrada por excelencia para la importación y exportación no de Yucatán, sino del sureste mexicano.
Su hijo Víctor Cervera Hernández tocó la epidermis política de muchos de los priistas reunidos en la ceremonia luctuosa del Panteón Florido, al advertir que no tolerará que se mancille y afecte la imagen y memoria del ex gobernador.
Hoy a 13 años de distancia, todo indica que el molde del «cerverismo» en Yucatán no permeó lo suficiente en muchas de las nuevas generaciones del PRI. (desdeelbalcon.com)