La clausura de la construcción se levantará hasta que el presunto responsable presente la autorización que expide la Semarnat en materia de impacto ambiental.
Celestún, Yuc. 03 de junio de 2014.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) Delegación Yucatán, llevó a cabo la clausura total temporal de una obra de infraestructura en Ecosistema de Humedal costero de Manglar en la localidad de Celestún, Reserva de la Biosfera Ría Celestún, que carecía de autorización otorgada para dicha actividad por la SEMARNAT.
En seguimiento a la problemática de invasión y relleno de humedal costero de manglar en la Costa del Estado de Yucatán, la PROFEPA implementó un operativo mixto junto con la SEMAR y la CONANP, en el que se inspeccionó dicha obra, aplicándose la clausura de ésta como medida de seguridad de urgente aplicación.
Cabe destacar que la clausura se levantará hasta que el presunto responsable presente la autorización que expide la SEMARNAT en materia de impacto ambiental, o bien se dicten medidas correctivas de compensación o de restauración, por lo que se le dará seguimiento al procedimiento administrativo instaurado. En caso de no contar con dicha autorización se aplicaran las medidas necesarias para el retiro de las estructuras de obra, así como la aplicación de la sanción correspondiente.
La sanción según el artículo 171 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, señala que ésta puede ir desde una multa por el equivalente de treinta a cincuenta mil días de salario mínimo general, hasta la clausura temporal o definitiva, total o parcial de la obra.
Además de lo anterior esta acción es considerada un delito penal ya que según el artículo 420 BIS fracción I del Código Penal Federal, señala que a todo aquel que dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos ilícitamente, se le impondrá pena de dos a diez años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa.
El daño, desecamiento o relleno de humedal provoca un impacto ambiental negativo, ya que su afectación al medio puede ir desde la fragmentación del hábitat de dicho ecosistema, hasta la modificación del flujo del agua o cambio en las condiciones naturales del agua de dicho humedal, rompiendo con el equilibrio ecológico de estas zonas de transición entre el mar y la tierra firme, generando la pérdida o disminución de los servicios ambientales que estos ecosistemas proveen.
Cabe señalar que las zonas de humedales son de gran relevancia por la prestación de servicios ambientales, tales como la regulación de procesos naturales, la zona de crianza de una gran cantidad de especies marinas y la mitigación de los impactos causados por amenazas naturales como inundaciones o sedimentación.
En lo anterior radica la importancia de asegurar y promover el respeto a la aptitud natural de las zonas y el enfoque sustentable e integral de las acciones destinadas al desarrollo.