En los últimos 5 años se han realizado 340 adopciones en Yucatán.
Mérida, Yucatán, 17 de enero de 2014.- Cientos de niños en Yucatán que han vivido etapas difíciles desde su nacimiento, que por diversas circunstancias fueron abandonados o sufrieron violencia por parte de sus padres biológicos, ahora están en espera de cambiar su vida, encontrar una nueva familia, esperanzados de que alguna pareja los adopte.
En los últimos cinco años, en el estado se han registrado 340 adopciones de menores de edad, y tan sólo el año pasado, según datos de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Promedefa), se lograron concretar 62 nuevas familias para estos niños por la vía legal.
Sin embargo, la titular de la Promedefa, Cinthia Giuliana Pacheco Garrido, declaró que aunque Yucatán es de las entidades del país donde más solicitudes y adopciones se realizan al año, cada vez es más complicado que las parejas opten por adoptar a niños mayores de 7 años, o que tengan alguna discapacidad física.
“Es complicado que las parejas busquen a un niño en este rango de edad, por eso siempre les inculcamos a las parejas que vienen a solicitar información que si su deseo es ser padres, no siempre debe importarles la edad, hay que darles una oportunidad a todos los niños, que se decidan a integrarlos a sus familias”, agregó.
Un gran porcentaje de los futuros padres adoptivos desean a un bebé en casa, pero no siempre los albergues con las que trabaja la Promedefa cuentan con recién nacidos, más bien son niños mayores que después de un largo proceso legal por fin se encuentran en la posibilidad de integrarse a un hogar.
La directora del Centro de Atención Integral al Menor Desamparado (Caimede), Cecilia Peniche Mendiburo, explicó que muchos niños llegan a esta casa hogar como a los 5 años de edad, pero debido a que inicia un juicio para desvincularlos legalmente de los padres biológicas –porque éstos los abandonaron o los violentaron-, pasa el tiempo y cumplen 7 u 8 años, entonces es cuando se dificulta que alguna familia los quiera adoptar.
“Por eso, aunque aquí en el Caimede les damos las mejores atenciones y siempre están en constantes actividades, hay algunos niños de esa edad que manifiestan su incertidumbre, y a veces nos preguntan con tristeza cuándo tendrán una familia, nos dicen que ya quieren que los adopten”, relató la directora.
Conciencia para adoptar
La procuradora Cinthia Pacheco señaló que hay algunas parejas que acuden a ese instituto que son “exigentes” al momento de buscar a un menor para adoptar. “Quieren niños perfectos, el ideal, hay quienes vienen con especificaciones muy precisas, y es difícil cubrir estas expectativas”.
“Por eso queremos generar conciencia, que no sean severos, pues en ocasiones piden que sean sólo niña o niño, con cierto color de ojos, o cabello de algún tipo, pero ese no es el objetivo, pues en la Promedefa no le buscamos hijos a los padres, más bien le buscamos padres a los niños”, puntualizó la funcionaria.
Además, explicó, en el instituto se aplican pruebas psicológicas a los padres adoptivos, pues hay parejas que viven conflictos porque no pudieron tener hijos bilógicamente, “y piensan que adoptando a un niño podrán salvar su matrimonio y no divorciarse, o a veces creen que de esta manera sustituirán a un hijo suyo que falleció”.
La Promedefa impulsa desde diciembre pasado una campaña para que las parejas se decidan por adoptar a niños mayores de 7 años, o que tengan discapacidades físicas, sin embargo este proceso va muy lento.
“Por ejemplo, hay personas que prefieren no adoptar a niños que tienen déficit de atención o porque son muy hiperactivos, cómo si esta condición fuese una discapacidad, pero la realidad es que no lo es, y con amor y tratamiento los niños pueden desarrollar una vida normal”, señaló Pacheco Garrido.
Toda su vida en el albergue
Actualmente el Gobierno del Estado está vinculado con al menos siete casas hogares de asociaciones civiles que albergan a niños, y está a cargo del Centro de Atención Integral al Menor Desamparado (Caimede). A través de Consejos de Adopción, se estudian los perfiles de los menores y de las parejas que quieren adoptar, para saber quiénes pueden encajar en cada familia.
Tan sólo en el Caimede se brindan servicios a 272 niños y adolescentes, pero de estos, aproximadamente sólo el 20 por ciento están en disponibilidad de ser adoptados, ya que los demás sí cuentan con familiares que quizás puedan hacerse cargo de ellos, o se encuentran ahí mientras se resuelve algún conflicto legal entre sus padres.
Pero hay muchos casos, según explicó Cecilia Peniche, directora de este Centro, de niños que crecen y pasan toda su vida en ese lugar, ya que nunca pudieron encontrar una familia que los adopte.
“Tenemos a un joven de 22 años de edad que padece parálisis cerebral infantil, que fue abandonado cuando recién nació en el hospital O´Horán. Desde entonces nos lo trajeron al Caimede y nos seguimos haciendo cargo de él”, relató.
Pero no es la única historia de este tipo, pues en ese albergue siguen viviendo 36 jovencitas de entre 14 y 18 años de edad, 19 varones de entre 14 y 18 años, así como 34 jóvenes que sufren alguna discapacidad.
“Por tal razón aquí preparamos a estos muchachos en base a valores y educación para que en un futuro puedan independizarse y sostenerse solos, y así puedan continuar con su vida y formar sus propias familias”, indicó Peniche Mendiburo.
Sin embargo, como apuntó la Procuradora Pacheco, también hay buenas noticias, pues en diciembre pasado una pareja adoptó a un adolescente de 16 años de edad, “y es así como se constata que también se pueden formar familias con jóvenes, ojalá más gente se anime”. (Extracto del reportaje publicado en la edición 110 de la revista Desde el Balcón)