Los Razzie fueron para ‘Hillary’s America: The Secret History of the Democratic Party’, y ‘Batman v Superman’
Los Ángeles, 26 de febrero de 2017.- En la era Trump, hasta los Razzie se tornan políticos. Los galardones Mora Dorada, conocidos como anti-Oscar, con los que la industria se ríe de sus propios logros o de sus defectos.
Este año decidieron premiar la cinta Hillary’s America: The Secret History of the Democratic Party como la peor película del año. Esta organización compuesta por críticos y aficionados que nunca hace pública la identidad de sus miembros otorgó al filme el dudoso honor del premio a la peor actriz para Becky Turner, como Hillary Clinton, y para peor actor y director, ambos para Dinesh D’Souza, que se interpretó a sí mismo.
La película, apenas vista por el gran público, se estrenó justo después de la Convención Republicana. Su intención era sacar a la luz los peores secretos del Partido Demócrata y su candidata presidencial.
Lo que consiguió fue aburrir a su escasa audiencia con una historia que el periódico The Washington Post calificó como vaga no solo por su trama sino por la realización.
Otros medios tacharon de «incoherente” a la cinta, que consiguió solamente un 4% en la web de críticas más consultado de Hollywood, Rotten Tomatoes. D’Souza se tomó su victoria con humor y envió a la ceremonia un sarcástico vídeo en el que agradeció el honor: “A mis seguidores les encanta que me odiéis”.
La política no lo es todo para los Razzies. La 37ª edición de estos premios, celebrada un día antes de los Oscar, también fue un varapalo para los egos de algunas de las grandes estrellas del Hollywood demócrata.
Para Ben Affleck, por ejemplo. Mientras que su hermano Casey aspira al Oscar como mejor actor, Ben obtuvo el Razzie a la peor pareja cinematográfica por su trabajo junto a Henry Cavill en Batman v. Superman: el amanecer de la justicia. La película rebasó los 800 millones de euros en taquilla y también salió con las manos llenas de la ceremonia de entrega de los Razzies con cuatro estatuillas.
El filme, del que ya se está rodando una nueva entrega, sumó el premio al peor guion para Chris Terrio y David S. Goyer, peor actor secundario para Jesse Eisenberg en el papel de Lex Luthor y el dedicado a la categoría de peor secuela, plagio o remake.
Completó la lista de galardones la estatuilla que recibió Kristen Wiig como peor actriz de reparto por la comedia Zoolander 2. La organización informó de que todavía tienen en su poder la estatuilla, consistente en unas latas de película y unas moras pintadas de purpurina dorada que dan nombre al galardón, que le concedieron en 1991 a Donald Trump y que el actual presidente estadounidense nunca recogió.
Otro de los ganadores de los Razzie que tampoco asistió a la ceremonia fue Mel Gibson, que está nominado al Oscar como mejor director por Hasta el último hombre. Su retorno a los galardones de la Academia es considerado una especie de perdón hacia esta estrella que tras alcanzar la gloria (y conseguir dos estatuillas en 1996) llegó al punto más bajo de su carrera con una serie de malos trabajos, escándalos y comportamientos racistas y sexistas.
Los Razzies comparten esta opinión y así lo demuestra el premio Redención que concedieron este año a Gibson, actor al que hace dos años nominaron como lo peor de lo peor por su participación en Los mercenarios 3.