El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, dijo que «estos tiempos complicados son una oportunidad para que la sociedad se organice»
Mérida, Yucatán, 05 de enero de 2017.- El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, señaló que las alzas al combustible y las tarifas de electricidad y Gas LP también afectan a la iglesia. Además, dijo que los sacerdotes deben ser sensibles ante este panorama económico «para comprender y acompañar a la gente para actuar de una manera positiva», de tal manera que con una buena organización y ejerciendo de su derecho a manifestarse se propicien los cambios que exige la ciudadanía.
El aumento al precio de los combustibles, así como las alzas anteriormente mencionadas afectarán económicamente a la iglesia católica al incrementar los gastos de luz y gas LP en las instalaciones pertenecientes al clero, así como los gastos de transporte de los miembros de esta institución.
El arzobispo de Yucatán dijo que es derecho de los ciudadanos mostrar su desacuerdo «siempre y cuando estas manifestaciones sean pacíficas», ya que algunas veces «pagan justos por pecadores» cuando ocurren actos vandálicos –como los que se han vivido recientemente en la toma de gasolineras del Estado de México, Veracruz y Guerrero-.
Rodríguez Vega señaló que espera que la sociedad salga pronto del ‘bache económico’ que está viviendo México. También dijo que estos tiempos complicados, son una oportunidad para que la sociedad se organice.
“Debemos orientar para que nuestra gente no se quede dormida…el pueblo debe de manifestarse para encontrar salidas, no dejar esto a la oración, sin quitarle mérito”, indicó el arzobispo Gustavo Rodríguez.
Acotó que las autoridades deben tener el valor, coraje y sabiduría para encontrar ‘remedios’ alternativos a favor de la economía popular, que se encuentra afectada, fundamentalmente por las recientes alzas a los precios de combustibles y tarifas.
En otro tema, de cara a los próximos comicios electorales del 2018, el arzobispo de Yucatán hizo un llamado a la población a tener una participación activa, es decir, salir a votar, pese al sentimiento generalizado de desencanto hacia los partidos políticos.
“Hay que escoger a alguien porque sí tu no lo escoges, los demás lo van a escoger por ti”, finalizó Rodríguez Vega. (Guillermo Castillo)