El accidente aéreo tiene un saldo de 75 muertos hasta el momento.
Medellín, Colombia, 29 de noviembre de 2016.– Un avión que transportaba a los jugadores del club de fútbol Chapecoense de Brasil ha sufrido un accidente la noche del lunes cuando se aproximaba al aeropuerto José María Córdova de la ciudad colombiana de Medellín, donde iba a disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional.
El alcalde de la localidad, Federico Gutiérrez, ha confirmado que 75 de las 81 personas que viajaban en el aparato han muerto. En la aeronave, de la compañía boliviana LAMIA, volaban un total de 81 personas: 22 futbolistas; 28 acompañantes, entre equipo técnico y directivos; 22 periodistas y 9 miembros de la tripulación. Siete personas han sido rescatadas con vida de los restos del aparato, una de ellas casi cinco horas después del siniestro, pero finalmente uno de estos supervivientes pereció en el hospital.
El avión que transportaba al Chapecoense, un Avro Regional Jet 85 (RJ85) de la compañía boliviana Lamia, con matrícula CP2933, debía haber llegado a Medellín hacia las 21.33 (hora local), pero poco antes perdió contacto con la torre de control cuando volaba cerca de la localidad de La Ceja.
El accidente se produjo en las inmediaciones del cerro El Gordo, en la jurisdicción del municipio de La Unión, en el departamento de Antioquia (noroeste), cercano al aeropuerto José María Córdova de Medellín, situado en el vecino municipio de Rionegro. Al punto exacto del accidente solo es posible llegar a pie, según han confirmado los equipos de rescate.
El Chapecoense tenía previsto viajar directo a Medellín. La falta de un acuerdo de comercio aeronáutico impidió que la empresa boliviana Lamia llevara al equipo desde Sao Paulo hasta Medellín, informa Fernando Molina desde La Paz. Esta operación solo está permitida en Brasil para empresas brasileñas o colombianas. Por eso el equipo debió viajar de Sao Paulo a Santa Cruz (Bolivia), en un vuelo comercial de Boliviana de Aviación, lo que retrasó el chárter, que partió del aeropuerto de Viru Viru a Medellín.
Siete personas pudieron ser rescatadas con vida -dos miembros de la tripulación, cuatro futbolistas y un periodista-, aunque una de ellas finalmente murió. Las autoridades están esperando que amanezca para poder retirar los cuerpos de las víctimas mortales.
Las informaciones sobre los supervivientes del accidente de avión son confusas. Según el último comunicado de Aviación Civil de Colombia, las personas rescatadas con vida son: Ximena Suárez, auxiliar de vuelo; Erwin Tumiri, técnico de la aeronave; los jugadores Alan Luiciano Ruschel, Jackson Ragnar Folmman y Helio Hermito Zampier, el último en ser recuperado, cinco horas después del siniestro; y un periodista, que en un comunicado ha sido identificado como Rafael Henzel y en el siguiente como Rafael Malmorbida. El portero Danilo Padhila también fue rescatado con vida, pero finalmente murió.
Las autoridades han activado un plan nacional de emergencias. El aeropuerto, que había anunciado previamente la desaparición de la nave, ha informado de que al lugar del accidente solo se puede acceder por tierra «debido a las condiciones climáticas». El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha asegurado: «Es una verdadera tragedia lo que ha sucedido esta noche». «Hemos dispuesto de toda la colaboración técnica y humana para atender este accidente», añadió.
Las autoridades han solicitado a la población que, dadas las malas condiciones climáticas y del terreno, no acudan al lugar de los hechos: «Se solicita a la comunidad abstenerse de ir al sitio del accidente para evitar colapso».
El club deportivo Chapecoense, de la ciudad de Chapecó, en el Estado brasileño de Santa Catarina, se dirigía a Medellín para disputar este miércoles el partido de ida de final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional. El conjunto colombiano ha pedido que, de forma simbólica, se le otorgue el título al equipo brasileño. La última imagen que se tiene del equipo es un vídeo publicado en su perfil de Facebook en el que se ve a algunos jugadores en el aeropuerto esperando para embarcar.
Los mensajes de solidaridad y apoyo con las víctimas no se han hecho esperar, especialmente en el mundo del fútbol. El presidente de Brasil, Michel Temer, ha asegurado a través de un comunicado: «En esta hora triste en que la tragedia se abate sobre decenas de familias brasileñas expreso mi solidaridad».
El siniestro del Chapecoense trae a la memoria otras tragedias similares sufridas por equipos de fútbol. En 1949, el avión en el que regresaba el equipo italiano del Torino tras jugar en Lisboa se estrelló. Murieron 42 personas, entre ellas casi toda la plantilla. 11 años después, la aeronave que transportaba al Manchester United desde Múnich sufrió un accidente. Ocho jugadores, dos directivos y el técnico murieron. Sobrevivieron siete jugadores, entre ellos la leyenda del United Bobby Charlton. (El País)