Deberá reparar el daño o pasar año y medio tras las rejas.
Mérida, 22 de abril de 2014.– Tras la orden emitida por el Juzgado Primero de Control con sede en Kanasín, la Fiscalía General del Estado (FGE) retiró está mañana el brazalete electrónico de seguridad que mantenía bajo vigilancia a Sergio Aurelio May Chim, sujeto a proceso por el delito de lesiones que ponen en peligro la vida.
En cumplimiento a lo establecido por la ley, la Fiscalía procedió a quitar el brazalete que durante cuatro meses permitió el monitoreo estricto del detenido, a fin de evitar que éste pudiera extraerse de la acción de la justicia.
Tras ello, el caso queda a disposición del Juez de Ejecución, quien deberá dar cabal cumplimiento a la condena del sentenciado decretada por el Juez de Control que es la reparación del daño o en su caso, la prisión de un año y seis meses como sanción.
Cabe recordar que May Chim fue sujeto a esta medida cautelar desde el 19 de diciembre del 2013, tras los hechos suscitados en el municipio de Homún, en donde lesionó a Eduardo Núñez Espinoza, quien interpuso la denuncia en su contra.
Los hechos se suscitaron el 24 de noviembre pasado, cuando el inculpado se percató que su hijo estaba siendo sujetado del cuello por Núñez Espinoza. Al negarse a soltarlo, el inculpado agarró una piedra y se la arrojó lesionándole las costillas y posteriormente un rifle de perdigones, lesionando a su víctima en el abdomen.
Ante el caso y la medida cautelar del brazalete electrónico, personal de la Unidad Modelo de Investigación Policial (UMIP) de la Fiscalía General fue la encargada de mantener la vigilancia del detenido las 24 horas del día, gracias a un sistema digital que permite la localización en tiempo real de la persona y con ello, detectar si ha violado este mecanismo o alguna de las restricciones.
Entre los beneficios de éste dispositivo, aplicado en casos considerados no graves, destaca el que el acusado puede continuar con sus actividades y principalmente de sus ocupaciones laborales, permitiendo que tenga ingresos propios, así recursos económicos que le permiten cumplir con la reparación de los daños ocasionados en caso de ser condenado; así como también permite proteger a la víctima al monitorear el acusado para que no acerque o aproxime a ella.
El retiro del brazalete se efectuó en el edificio central de la FGE, en donde May Chim, hablante de la lengua maya, contó con el apoyo de personal de la Unidad de Peritos Intérpretes que lo acompañó durante la diligencia.