La densidad de esta especie disminuyó de 1.3 organismos por metro cuadrado a 0.05.
CHETUMAL, 23 de enero de 2016.- Los resultados de un estudio que coloca al Caracol Chivita como una especie amenazada, no hicieron mella en organismos ambientalistas a dos años del informe que presentó El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
La Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) confirmó que no hay solicitud alguna para la veda de la especie Pomacea flagellata.
Alberto de Jesús Navarrete, investigador de Ecosur en Chetumal, consideró que, de no tomarse las medidas pertinentes, la presencia del caracol disminuirá aún más.
Como ejemplo, citó que en 1985 en Laguna Guerrero la densidad del pequeño molusco era de cinco organismos por metro cuadrado. En 2014, se encontraron apenas 20 caracoles en toda extensión de la laguna que mide aproximadamente 10 kilómetros de largo por dos kilómetro en su parte más ancha.
Disminución de caracoles
Ese mismo estudio de densidad y biomasa se practicó también en Bacalar en el mismo año y reveló que la densidad de caracoles era de 1.3 organismos por metro cuadrado en la zona céntrica, no así en la zona norte de la propia laguna, donde apenas alcanzó 0.05.
“Propusimos (entonces) una veda de 10 años considerando las capacidades reproductivas de la especie y la baja densidad. Creemos que es un tiempo razonable para que haya una recuperación del recurso, siempre y cuando no se siga pescando, no se siga afectando su ambiente, no haya descargas de residuos y exista un control de desechos y un monitoreo diario del sistema”.
En 2014, el informe fue presentado a las autoridades de los tres niveles de gobierno, así como al Fondo Mixto de Quintana Roo, que financió el proyecto con 800 mil pesos.
“La labor de Ecosur es la investigación, generar la información, los datos que no existían, pero le corresponde al departamento de Ecología Municipal, Estatal, o alguna otra organización promover la veda ante la Secretaría de Agricultura, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y Conapesca”, señaló el investigador titular de Ecosur y responsable de los estudios hechos en ambos puntos del sistema lagunar sobre la especie.
El subdelegado de Pesca en el estado, Manuel Cárdenas Magaña, confirmó que no existe una solicitud formal de veda ante Conapesca, y para lograrlo, primero es necesario que el o los interesados envíen un documento de solicitud al Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), para que a su vez realice los estudios pertinentes en coordinación con Conapesca.
“En 2011 y 2012 el municipio de Bacalar era el más interesado en pedir una veda, pero no le dieron el seguimiento y no hay ninguna solicitud”.
Propuesta de veda
Hace dos años el Municipio de Bacalar, estableció una veda, pero al no tener facultades para fijarla formalmente, ni para sancionar.
“Las vedas las pone el Inapesca y lo que hizo el municipio es una buena intensión, pero es ilegal. Es Conapesca es quien decide ese tipo de vedas especies de acuacultura, marinas y acuícolas, pero tiene que ser a propuesta de una solicitud de agrupación, ayuntamiento o el estado”, destacó Cárdenas Magaña.
En 2011 se inició el cabildeo sobre una posible veda del caracol chivita luego de notar que durante los cuatro años anteriores la captura desmedida del molusco ha ocasionado una disminución dramática de su número dentro de la laguna. (Sipse)