La ofensiva de los cárteles de la droga mexicanos se ha dado ante el incremento de los aviones no tripulados que vigilan la frontera con ese país
Ciudad de México, 27 de diciembre de 2015.- Los cárteles de la droga mexicanos han invertido su dinero en interferir el sistema de los drones que emplea la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) para resguardar el territorio entre Estados Unidos y México, dijo Timothy Bennett, director del programa de ciencia y tecnología del Departamento de Seguridad Nacional de EU (DHS por sus siglas en inglés) al sitio Defense One.
Defense One es un sitio especializado en tecnología y temas de seguridad. Es una de las marcas de Atlantic Media, como también lo son la reconocida revista The Atlantic, y los sitios Quartz y NationalJournal. De acuerdo con el reportaje de Patrick Tucker, editor de tecnología de Defense One, la ofensiva de los cárteles de la droga mexicanos se ha dado ante el incremento de los aviones no tripulados que vigilan la frontera sur de EU.
Estados Unidos resguarda la mitad de la frontera mexicana con drones encargados de controlar los tramos desérticos en los que no hay agentes, torres con cámaras, sensores o cercas. Los vuelos cubren unos mil 400 kilómetros, gran parte en Texas. No obstante, el programa se ha visto amenazado por sus propias deficiencias y por amenazas como la que representan los cárteles mexicanos.
Timothy Bennett dijo al sitio Defense One que ”los chicos malos en la frontera tienen un montón de dinero y lo están usando en suplantar e interferir los sistemas GPS”. El funcionario del DHS detalló que estos “chicos malos” son traficantes de drogas. “Se trata más de tráfico de drogas y personas […]. Podemos suponer quién lo está haciendo”.
La capacidad tecnológica de los cárteles mexicanos ha quedado demostrada en distintas ocasiones al punto que la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) reconoce que actualmente no hay ningún cártel en el mundo que les pueda competir en la elaboración, transporte y comercialización de cuatro de las cinco categorías de drogas que se consumen en ese país.
Los medios empleados por estos grupos para el tráfico de estupefacientes a EU van desde esconder la droga en sacos de ajo hasta el uso de avionetas, jets, aviones ultraligeros y drones.
En su informe 2015, la DEA reportó un aumento en el número de “drones”, utilizado por las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs, por sus siglas en inglés). Dijo que aunque este método no sustituirá a los tradicionales, los bajos costos y la simplicidad de operación presentan un diseño muy atractivo y rentable.
De hecho, el pasado 12 de agosto dos jóvenes se declararon culpables de traficar 12.7 kilogramos de heroína de México hacia Estados Unidos utilizando aviones no tripulados. De acuerdo al Departamento de Seguridad Nacional se trató del primer decomiso de una agencia estadounidense que involucra el uso de drones por parte de traficantes mexicanos de droga.
En México, el uso de cámaras de vigilancia y de antenas de telecomunicaciones se ha vuelto una estrategia de suma importancia para los cárteles.
En Tamaulipas, por ejemplo, las autoridades desmantelaron en mayo pasado una sofisticada red de radio clandestina que fue utilizada como un sistema de comunicación por el Cártel del Golfo. El gobierno estatal incautó en esa ocasión 39 videocámaras, alimentadas por líneas eléctricas que fueron tendidas encima de las calles de la ciudad y que accedían a Internet a través de cables de teléfono a lo largo de los mismos polos.
El sistema ilegal de vigilancia era presuntamente usado para espiar a las Fuerzas de Seguridad en Reynosa. Las cámaras operaban en puntos clave para vigilar la actividad de la Octava zona militar, de la Marina, de la Fiscalía General y de la policía estatal, así como centros comerciales y algunas zonas residenciales.
Esas técnicas ahora han sido trasladas en la frontera con EU.
El Departamento de Seguridad de EU se negó a decir a Defense One con qué frecuencia los contrabandistas trataron suplantar e interferir los sistemas GPS los drones.
Bennett dijo que los ataques están obstaculizando la capacidad de las autoridades para trazar las rutas de la droga. “Estás por ahí buscando, tratando de descubrir este camino [por el que están] pasando las drogas, y no podemos obtener buenos sistemas de coordenadas […] Eso estropea todo. Tenemos que solucionar ese problema “, dijo.
El funcionario del Departamento de Seguridad dijo que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza tiene una necesidad creciente de usar estos vehículos no tripulados, en especial los “pequeños”. Dijo que a diferencia de los drones más grandes diseñados para tareas militares, los pequeños son más vulnerables a la piratería y a la suplantación de ubicación.
Un informe de la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Seguridad de EU reveló en enero del presente año que el programa de los drones empleado por las autoridades fronterizas de EU no ha logrado los resultados deseados.
El OIG encontró que el tiempo de de vuelo de los aviones no tripulados quedó muy lejos de la meta de la Oficina de Aire y Marina (OAM) de 16 horas al día los 365 días al año. La contraloría detectó que los drones estaban en el aire por sólo 22 por ciento de esas horas
“A pesar de la importante inversión, no vemos ninguna evidencia de que los aviones contribuyan a una frontera más segura, y no hay razón para invertir más fondos de los contribuyentes en este momento […]. Asegurar nuestra frontera es una misión crucial para la CBP y el DHS. Pero el programa de aviones no tripulados de la CBP hasta ahora se ha quedado muy lejos de ser un activo a ese esfuerzo”, dijo el inspector general John Roth en esa ocasión. (Sin Embargo)